sábado, 10 de septiembre de 2022

(Primos)


I.
Me propuse al menos hacer ruido. No me comprometí con nadie, para hacerlo, pero de todas formas era una decisión tomada. Tal vez música fuerte, mientras golpeaba y arrojaba un par de cosas. Lo justo y necesario para que oyeran los vecinos y se incomodasen un poco. Que sepan quien soy a través de los ruidos, me dije. No me interesa mostrarme de otra forma.

II.
Alguien metió piedras en mis bolsillos. Debe haber sido una broma. Igual que aquellas veces en que metíamos grandes rocas en la mochila de algunos, cuando quedaban borrachos. Yo estaba sobrio, sin embargo, pero de igual manera alguien había hecho lo mismo. Once piedras, conté, en mis bolsillos. Tal vez eran doce, me dije, y sin percatarme ya lancé alguna. Miré incluso en mi entorno, para ver si le había dado a algo.

III.
Hay una historia que comienza de esta forma: un hombre que tiene una sola pierna ingresa a una tienda para comprar zapatos. La escena de esa historia es incómoda, por cierto. Intenta ser cómica, probablemente, pero no resulta de esa forma. Según recuerdo, el hombre discute para que solo le vendan un zapato, pero los que atienden se niegan a hacerlo. Tal vez por eso, justamente, es que terminé proponiéndome hacer ruido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales