viernes, 1 de abril de 2022

En un vaso de vidrio.


Soñó que tenía el corazón en un vaso.

En un vaso de vidrio, relativamente pequeño.

Todo era sencillo y claro, en el sueño.

Ella estaba sentada frente a una mesa.

Y sobre la mesa, por supuesto, estaba el vaso de vidrio, con su corazón.

En el sueño, el corazón era un trozo de carne, simplemente, al interior del vaso.

Nada de imágenes románticas o estilizadas de ese trozo de carne.

Latía apenas, como un pez sacado del agua, en el pequeño vaso de vidrio.

Todo era sencillo y claro, como decía más arriba, hasta que ella comprendió algo.

Lo que comprendió fue que, si el corazón estaba en el vaso, no podía estar también, en ella misma.

Llevó entonces una de sus manos a su pecho y comenzó a buscar en él.

Y entonces encontró una apretura, de carne mal sellada, desde donde habían sacado su corazón.

Intentó entonces sacar el corazón del vaso de vidrio, pero sintió que estaba demasiado ajustado.

Y sintió que si sacaba el corazón del vaso algo podía dañarse, irreversiblemente.

Por lo mismo, decidió poner el vaso de vidrio -con su corazón dentro-, en el lugar donde debía ir su corazón.

Le costó un tanto hacerlo, pero lo logró luego de un rato.

Acomodó la carne lo mejor que pudo, para que no se notase la apertura.

Luego, tranquilamente, despertó.

Tengo el corazón en un pequeño vaso de vidrio, me dijo, mientras desayunábamos.

Luego, me contó esta historia.

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