viernes, 8 de abril de 2022

Un lapsus, apenas.


Vivimos.

Y mientras,
Krilin corre por la isla cargando en su espalda una pesada caparazón de tortuga.

Preguntémonos ahora:

¿Por qué y hacia dónde corre Krilin?

Le doy unos segundos para qué piense usted una respuesta.

Un segundo, le doy.

Dos segundos.

Tres segundos, inclusive.

Ahora, puede que usted ya sepa la respuesta.

O piense, más bien, que ya sabe la respuesta.

Sea como sea, sin embargo,
le aseguro que la respuesta que usted sabe
no puede ser la verdadera.

La correcta tal vez, pero no la verdadera.

Puede discutir, por supuesto,
enojarse incluso,
pero ni siquiera explicaré.

En cambio, le diré simplemente que así es la forma
en que usted, equivocadamente, cree que sabe.

Mientras cree eso, por cierto,
la forma en que sabemos, sin saber,
está en nosotros como un peso.

La cargamos nosotros
como un peso.

O como un caparazón de tortuga
que cargamos son saber.

Sí, así mismo la cargamos.

Y lo hacemos sin saberlo,
mientras corremos por algo así como una vida.

Como una isla -perdón-, iba a decir.

(Perdone usted el lapsus)

Y mientras,
Krilin corre por la isla cargando en su espalda una pesada caparazón de tortuga.

¿Tú también, Krilin?, podría preguntarle.

Pero el tampoco sabría,
ciertamente,
de qué hablo.

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