domingo, 10 de abril de 2022

No es contra ti.


No te ofendas, me dijo. No es contra ti. Ocurre simplemente que estoy obligado a hacerte preguntas. No se trata de aclarar sospechas ni resolver crímenes, después de todo. Responde tranquilo, nada más…

¿Y de qué se trata?, pregunté. Si no se trata de aclarar algo con mis respuestas, ¿de qué se trata, entonces?

Se trata de recoger datos, me respondió. Información. Ni siquiera puntos de vista ni mucho menos opiniones. Datos simplemente que tú manejas y que necesitamos saber…

Si solo son datos es probable que los sepan otros, reclamé. O que se encuentren en algún sitio, si es que saben buscar… No entiendo por qué se me exige estar aquí y responder lo que a usted se le ocurra…

A mí no se me ocurren preguntas, me interrumpió. Todo ya está hecho. O dicho. Hasta sus respuestas, incluso, de cierto modo… Y respecto a lo de exigirle estar aquí y responder… digamos simplemente que usted está aquí porque no está ahora en ningún otro sitio, y esa es una exigencia física, no nuestra… Por último, le aclaro que no le he exigido responder, y que no es algo que me interese hacer…

Entonces, consulté, ¿puedo elegir no responder las preguntas que me haga?

Puede, me dijo, pero responderá. Incluso eligiendo no responder, responderá. Ya sabe cómo es esto de las supuestas elecciones… Luego, simplemente, usted seguirá con sus cosas y yo deberé hacerle preguntas a otros. Así es como avanza todo esto. No hay sufrimiento adicional, digamos.

¿Adicional?, lo interrumpí.

Sí, repitió, pero ya le dije que no lo hay. Ahora quiero que escuche atentamente la primera pregunta:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales