miércoles, 27 de abril de 2022

Otros monstruos.


I.

Hay dos monstruos en ese cuarto.

Ninguno de ellos sabe, por cierto, que en ese cuarto hay otro monstruo.

Uno se esconde bajo la cama, entre calcetines olvidados.

El otro está en el cajón de un mueble, pegado al fondo, donde nadie mira.

Viven ahí, sin saber qué tan cerca vive el otro.

De hecho, apenas saben, que ellos también viven, en aquel sitio.


II.

Una aclaración:

Los monstruos son monstruos, no metáforas.

Me refiero a que en este, y en otros textos, un monstruo solo puede ser un monstruo, nada más.

Digo esto pues nunca falta el lector que, para no ver monstruos, elige ver algo que no existe.

No ahondaré en mi opinión, ahora, sobre este punto.


III.

Un día los dos monstruos que viven juntos -sin saberlo-, en aquel cuarto…

Un día esos monstruos deciden salir a ver qué ocurre, al mismo tiempo.

Y es que no escuchaban ruidos en el cuarto desde hacía tiempo.

Y creían estar seguros -solos y seguros-, en aquel lugar.

Entonces uno de los monstruos sale poco a poco desde debajo de la cama.

Mientras el otro sale al mismo tiempo desde el fondo del cajón.

Para su sorpresa (para la sorpresa de ambos monstruos),
yo me encuentro ahí, en silencio, justo entre ambos
y para no reírme o asustarme, comienzo a decir:

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