miércoles, 20 de abril de 2022

Un hombre sin razón.


I.

Tuvo la razón hasta que la perdió. Lo malo es que no recuerda dónde ni cuándo la ha perdido. Por eso, tal vez, anda siempre mirando de esa forma. Buscando eso que ahora incluso llega a dudar que alguna vez tuvo.

A los que lo conocemos, en todo caso, no nos desagrada que sea así. Una persona sin razón, me refiero.

Después de todo, como suelen decir, él vive en su propio mundo y no le hace daño a nadie

De todas formas, entiendo perfectamente que el no saber de forma exacta cuándo dejaste de tener razón, puede llegar a causar, sin duda alguna, cierta angustia.

Y es que, al no saberlo, supongo que tampoco sabes cuáles de tus actos fueron realizados con o sin ella, a fin de cuentas.


II.

Hablábamos de esto mientras lo observábamos, hace unos días.

Él, en tanto, sabía que lo observábamos y, por lo mismo, intentaba fingir que aún no había perdido aquello que extravió hace ya varios años.

Para esto, fingía por ejemplo que tenía cosas que hacer.

Que iba hacia algún lado.

O que pensaba cosas importantes y que hasta tenía un objetivo.

-Míralo -dijo entonces uno de nosotros-, ahora solo falta que comience a mirar a algún otro y ya puede pasar a ser parte del grupo.

-¿Qué grupo? -pregunté entonces.

Pero nadie contestó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales