lunes, 4 de abril de 2022

Pobre Anteo.


Como la fuerza de Anteo provenía de la Tierra,
que era su madre,
Hércules debió estrangularlo en el aire,
para vencerlo de forma definitiva.

I.

Pobre Anteo.

Se merece una canción,
sin duda,
pero no sé cantar.

Escribir apenas,
pero se merece, por supuesto,
más que esto.

Al menos, pienso ahora,
buscando algún consuelo,
tras ser vencido por Hércules
regresó de alguna forma al cuerpo de su madre.

Desconozco en todo caso si volvió a nacer,
luego de aquello.

Y es que desconozco todo,
si soy sincero,
sobre los segundos nacimientos.

Y de Anteo, por lo demás,
no he vuelto a tener
noticia alguna.


II.

Antes de ser estrangulado en el aire,
Anteo ya había sido derribado tres veces
por el entusiasta Hércules.

Pero cada vez que caía a tierra,
recobraba Anteo, de cierta forma, su fuerza
y volvía a ponerse de pie
y ser nuevamente una amenaza.

Hércules se cansó, por supuesto,
y entonces estranguló a Anteo
sin permitir que se apoyase en la Tierra.

Esa es la historia conocida.

Pero lo cierto es que falta aún que alguien cante
sobre el cansancio de Anteo,
y ¿por qué no...?

Sobre el cansancio de cada uno de nosotros.


III.

Pobre Anteo.

Devuelto derrotado al cuerpo de su madre.

Derribado por Hércules, ni más ni menos.

Y muerto, por supuesto, sin canción.

Sin canción, decía, como cualquiera de nosotros.

¡Porbre Anteo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales