viernes, 22 de abril de 2022

Dónde pensar que no llovía.


-¿Sabes? -le dije-. Tiene un nombre eso de soñar dentro de un sueño. Soñar que estás soñando, me refiero. No recuerdo bien cuál era exactamente, pero incluso leí que existía un concepto extra cuando se agregaba un nivel más. Es decir, cuando se trataba de un sueño, dentro de un sueño, dentro de otro sueño. Este último, por cierto, era un concepto asociado a la raíz “clínica” o “patológica” del fenómeno, que al parecer debe ser tratado pues tiene afectos en quienes lo experimentan, asociados a la disociación de la realidad y otras fallas en la percepción y en la forma en que se organizan los distintos “niveles de memoria” en dichos individuos. Todo esto, sin embargo, no pasan de ser conceptos, como decía en un inicio. No verdades, necesariamente, aunque se les haya puesto un nombre y uno que otro autor teorice sobre aquello y otros autores, ciertamente, postulen conclusiones totalmente contrarias.

-¿Va a querer la antiperforadora o no? -me dijo entonces, algo molesta la vendedora, extendiéndome el producto que al parecer le había solicitado en algún momento.

-La quiero -dije. Y me la entregó.

La antiperforadora era un objeto pequeño, metálico en principio, aunque recuerdo que en un momento sentí que su material era un tanto más maleable.

Tenía una pequeña apertura, por la que metí un dedo, en principio, aunque luego me di cuenta que de alguna forma había metido en ella, sin percatarme, todo un brazo.

-¿No recuerda que recuerda usted recuerdos que no recuerda? -me dijo entonces una zapatilla que colgaba de un cable que era sostenido en ambos extremos por un basquetbolista extremadamente alto.

-¿Qué dijo? -pregunté.

-Que ya casi no es tiempo -me contestó.

Justo entonces, volví a cerrar los ojos (por si acaso), y quise pensar que no llovía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales