miércoles, 29 de diciembre de 2021

Esas cosas pasan.


¿Qué es lo que decía?

Decía que había que vaciar la cabeza. O desocuparla un poco, al menos. Hacer espacio. Bajarle la temperatura. Proponía mayormente recurrir a la tecnología. Desde usar la calculadora a toda otra serie de aplicaciones o recursos avanzados. No ocuparla con contenidos ni procedimientos de cálculo, en resumen. No contaminarse con esas cosas. No guardar nada en nosotros de aquello que podemos encontrar fácilmente en otro sitio. Tal vez, a lo mucho, dejar que se genere alguna idea. Y esto muy de vez en cuando. Y es que no las necesitamos decía. Mejor dejen espacio para las emociones. Permítanles que se adueñen, vaciándolo, de todo el cuerpo. Que atraviesen por la cabeza los fenómenos del mundo. Percíbanlos, pero no los reconozcan. No los clasifiquen. No los cuenten. No son necesarios esos filtros.


¿Hacía realmente lo que predicaba? ¿Creía en todo aquello?

De creer o no creer no hay modo de saber. Ni siquiera, supongo, para él mismo. En cuanto a hacer lo que predicaba supongo que sí. Tal vez lo hizo. De hecho, tal vez dejó demasiado espacio y fue por eso que se reventó la cabeza. No sé si leíste la noticia, pero lo cierto es que a falta de un disparo lo hizo con dos. Sí. Se reventó la cabeza de dos tiros. No sabía que eso fuera posible hasta que me enteré de aquello. Descubrí, entonces, que esas cosas pasan.

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