viernes, 4 de junio de 2021

El primer derecho.


El derecho a no querer nada para mí.

Ese sí debiese ser un derecho.

Derecho a renunciar a lo que dicen que me pertenece.

Derecho de sacarme todo aquello que han puesto sobre mis hombros.

Derecho a dejarme ir, si quiero hacerlo.

Ese debiese ser el primer derecho.

Después de eso, hagan lo que quieran.

Eso no me incumbe en lo absoluto.

Niéguenme todo, no hay problema.

No voy a reclamar.

Me gusta el hambre.

Soporto el frío.

Puedo ceder, si quieren, hasta mis creencias.

Mis escasas creencias.

El espacio que ocupo me deja satisfecho.

Solo exijo ese primer derecho.

Derecho a no poseer siquiera un número.

Derecho a no dar un paso en dirección alguna.

Derecho a elegir una roca por almohada.

Denme eso y olvídense de mis alegatos.

Ejerceré mi derecho a no hacer ruido.

A respirar en calma, aunque no sepa para qué.

Otórguenme el derecho a vivir en el absurdo.

A aceptarlo porque es lo que único cierto.

Porque no necesito nada más.

Todo el resto se los dejo a ustedes.

Exijo poco, si lo piensan.

No se compliquen.

Nada quiero para mí salvo lo que he dicho.

Derecho a no ser el yo que tú conoces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales