sábado, 10 de abril de 2021

Esa lluvia (un comienzo)


Alguien me dijo que esa lluvia,
-la que nos sorprendió de pronto
y parecía no acabar-,
era en realidad
el comienzo del diluvio.

Yo escuché las palabras
y las explicaciones sobre aquello,
buscando disimular mi escepticismo,
aunque sin lograrlo
en lo absoluto.

Me recriminaron entonces
por no creer,
o por creer más bien
en todo aquello en lo cual
no había que depositar nuestra fe,
según decían.

Yo no discutí.

Preferí el silencio.

Asentí una y otra vez
hasta que cesaron sus palabras.

Afuera llovía, mientras hablábamos.

Y mientras el agua cayera,
aquel que hablaba
tendría razón.

Entonces, como pruebas,
el hombre que hablaba del diluvio
me enseñó libros,
principalmente unos sagrados -para algunos-
y que por tanto omitiré,
y hasta me hizo escuchar una canción
de Leonard Cohen
que aseguraba hablaba del diluvio,
aunque no reconociese yo alusión alguna
a la lluvia o al agua,
en dicho tema.

Terminada su intervención,
extrañamente,
comenzó a llover un poco más fuerte,
tanto así que el sonido de nuestras palabras
apenas se escuchaba,
así que bebimos mayormente en silencio
escuchando el sonido de la lluvia
que tal vez era un diluvio.

Y sí…
probablemente ese fue un diluvio,
pienso ahora.

Uno que, por breve,
no reconocimos.

Un diluvio que,
si lo fue,
terminó demasiado pronto.

Y solo pocos percibieron
que nada volvió a ser
como era antes.

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