miércoles, 6 de abril de 2011

Vian y la escuela de superhéroes.


-¿Y dice usted que está capacitado para ingresar a este curso?

-Sí, eso digo.

-¿Pero está seguro que sabe de qué se trata?

-Sí, un curso para superhéroes, o personas que tienen algún tipo de poder especial y que están dispuestos a ponerlo al servicio de la comunidad.

-¿Y qué entiende usted por aquello?

-¿Qué entiendo por poder especial?

-No, ¿qué entiende usted por comunidad?

-Mmm… un grupo de personas… no sé… todos los demás que no soy yo…

-¿Usted no es parte de la comunidad, señor Vian?

-Eh… ¿de la comunidad de los otros…?

-De la comunidad, señor Vian, ¿se siente o no se siente parte de la comunidad?

-Ah… sí, claro, parte de la comunidad… es que me confundí un poco…

-Y dígame ¿ha trabajado de superhéroe antes?

-¿Formalmente?

-Formal o informalmente, da lo mismo…

-Pues no… ¿no vale ser profe, cierto?

-No. No vale.

-Pues entonces no… no tengo experiencia en ese rubro.

-¿Y por qué piensa que podría sernos útil?

-Pero es que yo no quiero serles útil… no a ustedes al menos… yo quiero ser útil a los otros, usar mis superpoderes y…

-Espere señor Vian, creo que se confunde… ¿acaso nosotros no somos parte de los otros?

-¿Cómo?

-Que nosotros también somos los otros… si usted se pone al servicio de los otros también se pone al servicio nuestro… ¿no lo había pensado?

-Pues no, yo pensaba en realidad en otros otros…

-¿Esos que sufren señor Vian…? ¿Esos que salen en televisión y tienen hambre y claman por justicia…?

-Eh… sí, suena irónico como lo dice, pero sí…

-¿Acaso le importan ellos, señor Vian?

-¿Qué…?

-Que si realmente le importan ellos, señor Vian, ¿no se da cuenta que eso es desperdiciar superpoderes…? Ellos ya están condenados, después de todo…

-¿Pero ustedes no buscan acaso personas con superpoderes para servir a los otros?

-Sí. Pero a otros que pueden hacer algo con ese poder más que desperdiciarlo entre la mugre… Usted parecía más sensato, señor Vian, lo creí distinto…

-Pues yo también pensé que este lugar era distinto…

-Pues yo creo que usted lo que necesita es un servicio de lavado, igual que todos los hipócritas que esconden en el supuesto servicio a los otros una satisfacción personal para ocultar su propia vergüenza…

-No voy a defenderme de eso… permiso, creo que no tengo nada que hacer acá…

-¿Y qué va a hacer? ¿Se va a ir porque le duele oír unas cuántas verdades? ¿Acaso sus superpoderes no son lo suficientemente importantes como para permitirle permanecer acá un poco más de tiempo?

-Mis superpoderes no son cosa suya, y además, no siento que usted tenga en realidad nada qué decirme…

-¿No quiere que le cuente a quien sirvo?

-…

-¿Le interesa, cierto…? Pues bien, sólo por darme el gusto de decirlo le contaré que servimos a los mismos, señor Vian… ambos tenemos el mismo trabajo…

-Eso no es cierto, yo soy profe y…

-¿Y qué? Usted también lucha por hacer prevalecer un orden… ¿qué hace acaso? ¿Trabaja por educar señores o por educar criados…? ¿O acaso educa a ambos bandos? Ya sé, usted es de esos que trabaja en el día educando señores y en la noche les enseña a los obreros a servir de mejor forma… ¿o me equivoco?

-…

-¿No va decir nada?

-Creo que se equivoca en cosas más profundas.

-¿Qué?

-Que creo que se equivoca usted en cosas más profundas.

-¿Y qué son las cosas profundas, señor Vian? ¿El espíritu, los sentimientos, la justicia…? ¿Qué mierda es más profundo, señor Vian…? Lo que pasa es que usted tiene miedo de admitir que el mundo está cagado…

-Se equivoca, puedo admitir eso sin problemas…

-Pues yo creo que no, señor Vian, usted… en lo profundo, -por usar su propio lenguaje-, usted es incapaz de admitir que el mundo está hecho mierda… y supongo que piensa que usted puede hacer algo y por eso vino…

-¿Sabe…? ¿Puedo ser sincero…? Creo que realmente usted me cree mejor de lo que soy, o más ingenuo, al menos…

-¿Por qué? ¿Me va a decir acaso que vino sólo por la idea esa de los superhéroes portando capas y calzoncillos sobre los pantalones?

-¿Tendría eso algo de malo?

-Para nada, señor Vian, sólo que usted no piensa de esa forma… usted lo que quiere es jugar a ponerse el espíritu sobre la piel y tener excusas para jugar con su propio sufrimiento y decir que en realidad se lo entrega a los otros… ¡Yo conozco a los de su tipo, Vian…! Lo que usted debiese hacer es crucificarse, simplemente, y a puerta cerrada… ese es su superpoder señor Vian… no tiene otro….

-Puedo ver el corazón de las personas…

-¿Qué?

-Que puedo ver el corazón de las personas… siempre lo vi como una maldición, pero he descubierto que es un superpoder, y quiero usarlo…

-…ja,ja.ja… ¿habla en serio, señor Vian…?

-Sí, hablo en serio…

-Pues está usted más cagado de lo que creía, ja,ja,ja… el corazón de las personas…

-Pues no le veo lo gracioso.

-Es que supongo que ahora usted me va a decir que soy una mierda y va a lanzar unas palabras recalentadas sobre un discurso de bondad y va a situarse nuevamente como salvador, y como una especie de superioridad moral y…

-Se equivoca. Yo soy peor que usted. Veo el corazón de las personas y puedo afirmarlo… Por eso no le creo aquello que muestra, ni aquello que aparenta le hace gracia y con lo que juega a jugar.

-…

-¿Y sabe? Vine sólo a decirle eso... Y es que esta es mi forma de servir a los otros… a esos entre los que está usted, y todo lo que representa, tal como dijo antes…

-¿Y esa mierda que me dice, es toda su labor, señor Vian?

-Pues sí, por el momento sí. Esa es toda.

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