domingo, 12 de septiembre de 2010

Otro caso resuelto: un espasmo involuntario.

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Leo una noticia sobre un anciano que se mató porque tenía hipo.

Es decir, tenía hipo hacía 8 años, para complementar la información.

Al parecer, el anciano debía cedarse fuertemente para conciliar el sueño, inyectándose una solución todas las noches, lo que le permitía dormir sin mayores sobresaltos durante al menos doce horas.

La noticia cuenta que, aburrido de esta situación, el hombre se habría inyectado una dosis letal -cerca de 20 veces lo que necesitaba para dormir- provocando su muerte.

Como dato anexo al suceso central, se menciona que nadie se dio cuenta de la muerte hasta después de dos semanas, y que su única hija, quien vivía en Australia, viajó hasta Francia para hacerse cargo del entierro de su padre, donde respondió brevemente unas preguntas:

"Mi padre ya me había hablado de su problema y me había solicitado ayuda, por lo que desde hace ya 5 años me había preocupado de enviarle un dinero especial para su tratamiento, pero al parecer, este no dio resultado"

Luego, y para finalizar la noticia, habla un médico y se recoge información sobre el hipo, definiéndolo como un espasmo involuntario del diafragma, -según recuerdo- y señalando otros casos extremos incluyendo uno que aparece hasta en los récords guiness (Charles Osborne, quien tuvo hipo durante 68 años, hasta un año antes de su muerte).


-¿No crees que es elemental, mi querido Watson?

-¿Qué cosa, mr. Holmes?

-La solución del caso, por supuesto.

-¿Cuál solución, mr. Holmes?

-Que el anciano se mató debido al hipo que lo acompañaba durante todos esos años.

-Es que nadie más lo acompañaba, mr. Holmes...

-¿Qué dices, Watson?

-...

-¿Dudas acaso de mi resolución?

-No, mr. Holmes, por supuesto que no, pero...

-¿Pero qué...?

-Pero vivía solo... nadie se dio cuenta de su muerte sino hasta que su cadáver hedió...

-¿Y?

-Y que entonces nadie lo veía... su hija vivía a miles de kilómetros, no sabía si su padre se había mejorado o no... ese viejo estaba solo, mr. Holmes...

-Todos estamos solos, Watson. Eso no quiere decir nada.

-Pero es que los periódicos dirán que murió a causa del hipo...

-¿Y?

-Que la gente reirá, pensará que es algo gracioso, recordarán cómo hacen para curarse ellos mismos de ese mal...

-¿Y qué hay con eso, Watson?

-Que no es tan simple, mr. Holmes, no se trata sólo de un espasmo involuntario...

-¿Y entonces?

-No me haga decirlo mr. Holmes, usted es el detective, yo solamente...

-Tü solamente entorpeces todo Watson, la vida entera es un espasmo involuntario...

-Pero...

-Nada, Watson, un suicidio es un suicidio, y no hay nada que hacer.

-¿Pero la causa...?

-Elemental, Watson: el hipo.

-¿No hay nada entonces que agregar?

-Creo que no Watson, puedes tomarte el fin de semana libre.

-Pero usted sabe que no tengo dónde ir, mr. Holmes...

-Nadie tiene donde ir, Watson... no me demore más, que se acerca la hora del té.

-Está bien, mr Holmes... pero...

-¿Qué sucede ahora, Watson?

-¿Puedo preguntarle algo, mr. Holmes?

-Por supuesto, Watson.

-¿Por qué antes me decía "querido Watson", y ahora "Watson", a secas?

-¿Qué quieres decir...?

-Ya lo dije mr. Holmes...

-Eh... mira Watson, mejor hablamos otro día. La hora del té se acerca y no me gustaría atrasarme.

-Esta bien mr. Holmes, cuidese mucho.

-Lo haré Watson... eso es elemental... por supuesto que lo haré.

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