domingo, 20 de agosto de 2023

Máscaras para niños.


En esa casa venden máscaras para niños.

No es un negocio formal, pero puedes ver las máscaras en las ventanas.

Están colgadas una a una, como expuestas en vitrinas.

También hay un aviso, con el precio, escrito en letra clara y uniforme.

Las máscaras son plásticas, coloridas y sencillas.

Una gran parte de ellas reproducen rostros de caricaturas, superhéroes u otros personajes similares.

La otras, en su mayoría, son máscaras de animales.

Tú pasas frente a ellas varias veces por semana.

Solo una vez, en ese tiempo, viste a alguien llamando a aquel lugar.

Era un hombre que iba con un niño.

Tras un rato, los atendió una mujer que llevó hasta ellos un grupo de máscaras.

Ellos las tomaron y observaron con cuidado.

Luego, al parecer, compraron una.

No alcanzaste a verla pues la metieron en una bolsa y se alejaron del lugar.

Días después, fuiste tú directamente a comprar una.

Eran pequeñas, comprobaste, y solo servían para niños.

La observaste largo tiempo, a solas, en la casa.

Con el tiempo fuiste por otras, sin dar explicaciones ni conversar más de lo necesario.

Elegiste siempre las de animales, hasta que se acabó la variedad.

Frente al espejo, observaste que tu rostro no se cubría, totalmente, con las máscaras.

Desconozco, sin embargo, que sensación o sensaciones te produjo todo aquello.

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