domingo, 6 de agosto de 2023

Karma-Cola


Estaban todos expectantes del lanzamiento de la nueva bebida.

Habían realizado una gran campaña publicitaria y ahora el momento del lanzamiento.

Yo también estaba ahí, por supuesto, pero no tan entusiasmado como los otros.

La bebida en cuestión se llamaba Karma-Cola.

Apenas entrabas en el lugar te entregaban una individual, en envase de vidrio, cerrada.

Según se veía en la publicidad, debías apoyar tus manos desnudas en la botella.

Envolverla, digamos, con las palmas de tus manos.

Entonces, solo después de unos segundos, podías abrirla.

Para el lanzamiento, sin embargo, lo ideal era que todos la abriésemos al mismo tiempo.

Por ello, te entregaban un pequeño destapador, y un animador daba instrucciones, desde un escenario.

Karma-Cola, se escuchaba, una y otra vez.

Bienvenidos al lanzamiento de la más especial de las bebidas colas.

Puede salirte amarga, picante, sabrosa o hasta con contenido laxante.

Es cuestión de karma, a fin de cuentas.

Karma-Cola: la bebida que revela el sabor que te mereces.

El lugar estaba repleto, y se acercaba el momento en que todos deberíamos abrir y beber de nuestra botella.

Fue entonces que la música cesó, cambió la tonalidad de las luces y se informó que el gran momento había llegado.

Debíamos destapar nuestras botellas y descubrir qué nos correspondía.

Qué habíamos sacado en limpio de todo esto.

Abrí la mía y me dispuse a beber.

Observaba a los otros, entre tanto, que ya destapaban sus botellas.

Si tuviese que describir lo que ocurrió después, diría simplemente que hubo gritos, desesperación y caos.

Con excepciones, por supuesto, pero mayormente ocurrió eso.

Por mi parte, tomé mi bebida de un solo trago y luego comencé a fotografiar.

Reía y lloraba, por cierto, mientras lo hacía.

La bebida funciona, me dije, algo eufórico.

La bebida funciona.

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