lunes, 10 de julio de 2023

Tres breves diálogos (casi)


I.

-Es como un río que se duerme cada noche -me dijo-. Y por las mañanas, confuso, no sabe ya en que dirección fluye.

-¿Y deja de fluir entonces? -pregunté.

-No, no puede -me dijo-, solo se confunde un rato y a veces toma la dirección contraria… Pero debe fluir, recuerda que es un río.


II.

-¿Conoces la pintura esa en la que un hombre aparece dibujando una ventana sobre un muro? -me preguntó-. A veces pienso que tú eres un poco como ese hombre.

-¿Y cómo sabes que lo que está dibujando es una ventana?

-¿A qué te refieres?

-Puede estar dibujando un cuadrado, simplemente -explique-, y eres tú entonces quien pasa a ser quien ve un cuadrado como una ventana…

-¿Y para qué dibujaría un hombre un cuadrado en un muro? -preguntó.

-No sé -contesté-. Yo no he dibujado nada.


III.

-Sé que una vez comimos pies humanos -me dijo-. No sé si tú y yo, pero al menos yo con alguien más… Pies pequeños, recuerdo… resultaba incómodo. Recuerdo que sabían a carne de pato.

-Creo que no he comido nunca carne de pato -comenté.

-¿Sabes…? -agregó, luego de un rato-. A veces pienso que tú crees que miento o que estoy jugando cuando hablo, pero te aseguro que todo lo que digo es verdad, y que te hablo en serio…

-Lo sé -le dije-. Es solo que nunca sé que contestar cuando me hablan en serio.

-Pues puedes no contestar, simplemente.

Tras escucharla, consideré que era cierto.

Callé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales