domingo, 19 de junio de 2022

Robarle a Robin Hood.


Ladrón que roba a ladrón que le roba a ladrón.

Y el perdón lo dejo a un lado.

Esa es en principio, la premisa.

No una razón, sino un principio.

Robarle a Robin Hood, si quieren un ejemplo.

Robarle sin razón, me refiero.

Solo porque sabemos que hay que hacerlo.

Porque una voz lo dijo y alguien la escuchó.

No gastemos más palabras.

No abusemos de la excusa de repartir entre los pobres.

Nada de discursos ni manifiestos ni declaraciones empalagosas.

Eso dejémoslo para alguien más.

Para alguien que roba porque lo cree justo, por ejemplo.

Y es que mi caso, sin duda, es más simple.

Un principio, simplemente.

Eso es lo que digo.

Y una acción que no se diferencia del principio.

Robarle al ladrón que le roba al ladrón.

Y luego quemar lo robado, si se quiere, para no repetir el ciclo.

Puede parecer absurdo, pero aunque así fuese no está mal.

Después de todo, cada uno hace lo que quiere.

Que el ingenuo piense que todo es como un bucle.

Que malentienda los motivos y gaste su vida buscando una razón.

Yo prefiero, en cambio, alejarme de todo aquello que finge nacer de lo que el otro busca.

Robarle a Robin Hood, entonces.

Robarle a Robin Hood.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales