jueves, 17 de septiembre de 2020

Pájaros.

“Unas veces te mueres, otras no"
Ch. B.

Igual que moscas vi a los pájaros acercándose a la carne. Pájaros comunes, de ciudad, que se acercaban a picotear los restos. De hecho, vi a las aves primero, amontonadas, sin entender qué hacían. Solo después, tras acercarme un poco, descubrí la carne. O los restos de carne, más bien, que estaban en el lugar. Algunos pájaros se iban, pero regresaban luego de un momento. Tal vez iban a dejar restos a algún lado o simplemente se iban y volvían otros. No podría asegurarlo. Solo señalo mis impresiones, no determino una verdad… nunca entenderán de qué les hablo si no comprenden eso. Reconocí la carne por el hedor, primero, y porque había restos todavía aferrados a los huesos. De todas formas las aves no me dejaban ver bien de qué se trataba, y todo fueron impresiones incompletas hasta el día siguiente, cuando regresé al lugar. Apenas se veía uno que otro pájaro acercándose y en el suelo algunas filas de hormigas que, al parecer, recién comenzaban a establecer rutas para llegar al sitio donde ahora solo había unos cuantos huesos, y unos pocos restos mezclados con la tierra del lugar. Por otro lado, el olor ya no era tan desagradable ni intenso, y todo volvía, de cierta forma, a verse más o menos limpio. También había grupos de pájaros cerca, pero comportándose de forma habitual. Posados en árboles, realizando vuelos cortos… aparentemente distraídos. Como si nada, realmente, hubiese llegado a pasar.

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