viernes, 22 de junio de 2018

Nos gusta la fruta, cuando no es de estación.

Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

La verdura, cuando resulta escasa.

Cierto pez, cuando está en veda.

La vida incluso,
cuando somos viejos.

Amamos a la mujer
cuando se ha enamorado de otro.


Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

El presente ya ido
va creciendo en los recuerdo.

Los dolores, son dolores pasados.

Y hasta llamamos aprendizaje
al sufrimiento más severo.


Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

Añoramos a los padres
cuando ya no están.

Encontramos más bello el objeto
cuando se ha perdido.

Y hasta nos aferramos sin motivo
a la ropa más dañada.


Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

Somos fieles a Dios
hasta que aparece entre nosotros.

La casa de la niñez
se convierte en un palacio.

Crucificamos el presente
en honor de lo ya ido.


Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

En el ataúd los muertos
nos resultan siempre bellos.

La fuerza que nos deja
justifica nuestra cobardía.

Y no dejamos que los muertos
entierren a sus muertos.


Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

Nos gusta la fruta
cuando no es de estación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales