O puede que no.

O puede que no, es cierto… pero siempre hay opciones. Me refiero a que sería un engaño olvidarnos de esa posibilidad. Yo la tengo presente, al menos. Quizá demasiado presente, incluso. Plantas algo y no crece. Compras un boleto y no ganas. Cocinas algo y se quema... Y no es que pase o no pase. Esto es otra cosa… Me refiero a que puede pasar. No es que me preocupe y me amargue con eso, en todo caso… de verdad no es eso. Mi amargura viene de otros lados, si es que viene. Eso, al menos, intento tener claro. Sin embargo, todo lo demás presenta opciones. Siempre es así. No importa cómo lo digas. A todos nos pasa. Lees a Hegel y no entiendes. Preparas el despertador y no suena. Ordenas la biblioteca y no se nota. Sí… quizá hasta te lo digo y no entiendes. Aunque claro… puede que entiendas, pero yo me quedo con esa posibilidad que nadie recoge. La moneda ínfima, digamos. El trozo de vidrio. Supongo que se entiende… O puede que no, es cierto, ¿pero sabes…? a veces explicar no es simplemente explicar, sino más bien crear confianza. Eso es lo que ocurre, si lo piensas. Solo son posibilidades. No sé si se entiende… El mago saca la carta y no acierta. Crees en Dios y no sabes. Abres la puerta y no hay nadie. A eso me refiero. Abres la puerta y no hay nadie.