No me pregunten por qué,
pero el sueño de Billy
era comer un cisne.
No sé si lo había soñado,
o lo vio en alguna película
o partió simplemente como un chiste,
pero le soltaba esta frase a todos
los que se interesaban en preguntarle
sobre sus posibles sueños.
Yo mismo,
que si bien no le pregunté
observé su semblante durante una respuesta,
escuché aquella frase sabiendo que era cierta,
aunque pensaba que hacía referencia
a algún tipo de carne gourmet
o hasta a un alimento debidamente procesado.
Me equivoqué, por supuesto.
Y es que cuando años después
vimos la noticia sobre aquel joven
que se filmó durante una semana
mientras devoraba un cisne,
todos supimos que Billy,
simplemente,
había cumplido su sueño.
Así, en medio de las plumas,
y de la carne
y de la sangre,
vi aparecer esa misma mirada
que años atrás
se atrevió a revelar su meta,
sin mayores curvas
ni preámbulos.
¿Viste a Billy?
me dijo esa misma noche
luego de ver la noticia en tv,
un amigo de esa época
que logró ubicarme.
Y yo le dije que sí,
por supuesto,
y luego hablamos un buen rato
sobre el sueño ese,
de Billy…
Con todo,
dándole vueltas al asunto,
años después incluso,
creo que nunca hablamos
ni recordamos,
sobre los que eran en ese entonces
nuestros propios sueños…
ni mucho menos
nos preocupamos de ver
si los logramos.
Y es que Billy al menos,
se comió el cisne…
nos decíamos.
Luego incluso
dejamos de hablarnos
y de decirnos eso.
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