lunes, 23 de marzo de 2015

Simple matemática.



Es simple matemática.

En pocos años nos vamos a llenar de muertes de famosos.

Antiguamente, a razón de unas cuántas estrellas de cine y uno que otro rostro televisivo, las cuentas eran tranquilas.

Un famoso o dos por año, nada más.

Si hasta daba tiempo para rendirles homenaje y realzarlos brevemente por un período limitado.

Ahora, en cambio, con cientos de canales promedio por cada familia, con internet, con la industria cinematográfica que ha seguido aglutinando nombres desde hace mucho… el asunto se acerca poco a poco hacia el colapso.

Así, por ejemplo, ya no se podrán vender productos asociados a las muertes.

Nada de calendarios, poleras y hasta toallas con los rostros del famoso muerto.

Pronto todo eso será tan imposible que deberemos incluso escoger a qué famoso llorar… por quién sentir algo de lástima, y claro… también tendremos que elegir al que simplemente dejaremos morir, con indiferencia…

De esta forma, quizá surja el momento para comenzar a venerar a la muerte, sin más.

Poleras genéricas, calaveras indistintas… fotos de muertos grupales, me refiero.

Y claro, mirar directamente el rostro de la muerte, sin intermediarios.

Y es que no habrá tiempo siquiera para hacer noticia de sus muertes.

Sus cuerpos se irán apilando.

Igual que los productos asociados que no alcanzarán siquiera a venderse.

Entonces, habrá que quemar todo junto.

Y claro, habrá que tener cuidado pues el fuego se propaga hoy, fácilmente.

Es simple matemática, si se piensa.

Simple matemática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales