lunes, 17 de junio de 2024

Motores de autos de juguete.


I.

Motores de autos de juguete, de esos que ya no funcionan.

Yo coleccioné de esos motores, por años.

Sin confesarlo a nadie, los coleccioné.

Decía que iba a arreglarlos o que eran para alguna actividad, en la escuela, pero lo cierto es que los coleccionaba a escondidas.

Llegué a tener setenta, más o menos, la gran mayoría de ellos muy similares y sencillos.

Pequeños, metálicos y casi sin piezas, prácticamente.

De hecho, ahora que escribía, he dudado incluso si debían ser considerados efectivamente como un motor.

Por lo mismo, he buscado en internet y al menos confirmé que sí: eran motores, aunque muy pequeños y sencillos.

No hay mucha información, pero al menos les llaman de esa forma.


III.

Siempre me gustaron las cosas con motores.

No las grandes cosas, sino aquellas pequeñas, cuyo motor hacía ruido apenas y no dañaba a nadie.

No sé explicarlo bien, pero de cierta forma sentía correcto que tuviesen un motor.

Era lo adecuado, debo haber pensado.

Aunque claro… eso es algo que no sé.

Lo que sí sé es que la caja en que los guardaba, estaba debajo de mi cama.

Era una caja de zapatos, ordinaria, que incluso llena de motores no podía irse a ningún sitio.

Recuerdo que cuando me fui de casa, pensé en llevármela, pero finalmente la boté.

Así y todo, tengo la impresión que guardé un motor, secretamente, pero no recuerdo dónde.

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