jueves, 18 de febrero de 2021

Pobre Rocky Marciano.


Pobre Rocky Marciano que nunca supo caer.

O nunca pudo.

Lo evitó con todas sus fuerzas y pensó que salía victorioso.

Lo festejó incluso.

Se enorgulleció de hacerlo.


Pobre Rocky Marciano.

Pobre su orgullo amarrado al mástil equivocado.

Pobre su idea de victoria y su alegría sin fundamento.

Y es que dejarse ir estaba bien.

Aceptar la caída.

Sentir nuestro peso, y entonces levantarse.


Pobre Rocky Marciano.

Cargó la cruz sin trastabillar en estación alguna.

Con paso firme y sin aceptar ayuda.

Altivo. Con la mirada al frente.

De haber podido se habría clavado a sí mismo.

No comprendió que nada es único.

No entendió que su historia es simplemente la de todos.


Pobre Rocky Marciano.

Invicto.

Vencedor de ángeles.

Retirado incluso para no caer.

Usaste la estrategia equivocada.

Caíste de pie mientras algo más grande que tú se venía abajo.

Cayó por ti, digamos.

Te arrastró sin que comprendieras que eras tú quien caía.


Pobre Rocky Marciano.

Supongo que apretaste los puños.

Que no aceptaste la debilidad.

Que no entendiste en medio de la noche

Sin plegarias, me refiero.

Sin gritos.

Sin conteo final.

Sin un solo pensamiento que sirviera de grieta.

Que todo se acabó sin saberlo.


Pobre Rocky Marciano que nunca supo caer.

O nunca pudo.

Pobres todos nosotros.

Pobres todos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales