miércoles, 17 de febrero de 2021

Fuera del lugar.


I.

Sacó un pie fuera del lugar, como si tanteara el terreno.

Luego sacó el otro.

Finalmente, descubrió que estaba fuera, incluso sin proponérselo.


II.

Antes de aquello, ni siquiera era consciente de un adentro y un afuera.

Todo era, más o menos, un mismo sitio.

Un lugar que trascendía incluso la sustancia de las cosas.

Como si además de un solo lugar, hubiese una única forma de estar.

Un único estado de la materia.

Y esto no ayudase, sin embargo, a comprender, nada de uno mismo.

Ni nada, por supuesto, de ninguno de los otros.


III.

Resultaba extraño.

Y es que a veces ayudaba la temperatura.

Me refiero a que podías distinguir, el frío que causaba en ti mismo, del frío del entorno.

Con los otros, sin embargo, el asunto se volvía más complejo.

Principalmente porque la forma que más lo acercaba a comprender, era también aquello que se emparentaba más con el daño.

El daño que recibías, me refiero, y el daño que podías hacer al otro.


IV.

Si me preguntan, creo que fue por eso que ocurrió lo que les decía en un inicio.

¿No lo recuerdan?

Les decía que sacó un pie fuera del lugar, como si tanteara el terreno.

Y que luego sacó el otro.

Por último, descubrió que estaba fuera, incluso sin proponérselo.

No había más historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales