domingo, 7 de febrero de 2021

Lo que encuentras bajo tierra.


I.

Lo que encuentras bajo tierra es un tesoro.

Esa es la manera fácil de entenderlo.

Luego cavar para encontrar alguno.

Es una decisión particular, que no cuestiono.

Cavar o no cavar, no es la cuestión, digamos.

Eso podría decirse.

Yo, por ejemplo, ni teniendo un mapa, buscaría alguno.

Pero no pretendo, aunque lo parezca, ser ejemplo para nadie.


II.

Por otro lado, lo dicho anteriormente, puede verse de otra forma.

Posibilita una nueva perspectiva, me refiero.

Y es que, al enterrar cualquier cosa, esta puede convertirse en un tesoro.

Podemos discutir detalles, por supuesto.

Pero más o menos es cierto.

Hacer nuevos tesoros, entonces, pasa a ser una posibilidad.

Incluso aunque no tengamos claro, para quien (o para qué) enterramos aquello.


III.

De todas formas, hacer o no tesoros, sigue sin ser lo esencial.

No es algo que me preocupe, de hecho, en lo absoluto.

Y es que la tierra (o más bien la superficie de la tierra),
no deja de ser una línea imaginaria
que hacemos en el mundo.

Un medio de seguridad, digamos, para detener nuestras caídas.

Para darles un término seguro, digamos. Nada más.

Si además divide tesoros de no tesoros,
o separa a los muertos de vivos,
es algo que me tiene sin cuidado.

Eso es apenas una cuestión de lenguaje.

El árbol que nace de la tierra, tal vez, podría decirnos otra cosa.

Pero no voy a hablar aquí, de aquello que diría.

Si a usted le interesa averiguarlo, supongo que ya sabe qué hacer.

Y si no lo sabe, esté tranquilo.

Es probable que no lo necesite en lo absoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales