jueves, 7 de enero de 2021

Lo pensamos de esa forma.


Lo pensamos de esa forma.

En ese orden, me refiero.

No improvisamos.

No confiamos en el azar.

Hecho así, solo ocurrían las cosas que debían pasar.

Lo que era inevitable, hasta cierto punto.

Las consecuencias lógicas.

Previsibles, incluso.

No hablo acá de cosas buenas o malas, sino simplemente de efectos esperables.

Resultados, secuelas… acciones que existieron antes como predicciones.

Salvo alguna rareza o singularidad, por supuesto. 

Una excepción, en palabras simples.

Estas palabras, por ejemplo, son de cierta forma una excepción.

Una pausa forzada para reordenar procedimientos.

Sonidos para rellenar grietas en el significado previo de las cosas.

En el bloque de significados ya establecido.

Entonces, observo trizaduras y decido qué hacer.

Protejo esas grietas con estas palabras.

Las lleno de significados que buscan fortalecer una estructura.

Cubro las grietas y pulo la superficie.

Todo vuelve a ordenarse, hasta cierto punto, bajo este procedimiento.

Así lo pensamos.

Lo planificamos y llegamos a un acuerdo.

Mis palabras para cubrir las grietas.

Debía aprender a manejarlas para eso.

Buscar algunas sólidas, con significados concretos que pudieran apilarse.

Por lo mismo, si esto se viene abajo no será por mi culpa.

Si quedo entre los escombros habrá sido un hecho inevitable.

Una grieta en una grieta.

Una trizadura invisible.

Una palabra no vista al interior de otra palabra.

No será mi culpa, en resumen.

Yo he hecho, sin duda, lo que ha estado a mi alcance.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales