martes, 1 de octubre de 2019

Distancias (cifras grandes).


Parecía ser de lo más normal, pero quienes lo conocían bien aseguraban que era medio hueón. Yo pregunté por qué y me explicaron que sin mayor explicación se ponía a llorar con las cifras grandes, sobre todo si dichas cifras estaban asociabas a distancias. No me creí la historia, pero me la corroboraron varios que lo conocían. No se trataba de un llanto escandaloso ni descontrolado, pero todos concordaron en que apenas veía aquellas cifras su actitud cambiaba de golpe, mostrándose profundamente amargado, sollozando y botando algunas lágrimas que intentaba ocultar, sin buenos resultados.

Hablé con él poco después y le pregunté directamente si era cierto. Después de todo, parecía agradable y generaba confianza. Dicen que eres medio hueón y que te pones a llorar cuando ves cifras grandes, le dije. Él sonrió y me dijo que era verdad, y que lamentablemente no podía evitarlo. Entonces me contó que la primera vez que le ocurrió había sido de pequeño, mientras veía un documental sobre el universo. Al parecer, un científico explicaba las distancias que existían entre distintos cuerpos celestes y las cifras comenzaron a aparecer en pantalla. Primero como potencias, me explicó, pero luego se desglosaron y la pantalla entera aparecía cubierta de ceros, y me sentí de cierta forma brutalmente empequeñecido, y lejos de todo. Así, según sus palabras, no se trataba solo de ser algo pequeño, sino que pasó a sentirse del todo insignificante. Aislado incluso en esa insignificancia que le provocaba ver cifras de distancias que no podrán recorrerse nunca, y condenado, de esta forma, a estar siempre en un mismo sitio.

Yo, en tanto, escuché tranquilo su explicación sin decir nada. Cuando finalizó, traté de ordenar lo que me había dicho. Le pregunté: Corrígeme si me equivoco¿lo que pasa es que te sientes insignificante y alejado de todo cuando ves cifras grandes? Él me miró en silencio y pareció analizar mi resumen, sin mostrarse muy de acuerdo. Puedes pensarlo así, me dijo. Supongo que es más o menos eso. Así, tras llegar a ese consenso di por zanjado el asunto. Tenían razón, me dije, resulta que el tipo es medio hueón, aunque no lo parezca.  

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