miércoles, 13 de agosto de 2014

Tiras el palo y él lo recoge.



-Es fácil, mira… tú tiras el palo y él lo recoge…

-¿Cuál palo?

-Da lo mismo… uno que él pueda recoger con el hocico y traerlo de vuelta.

-¿Puedo probar?

-Claro… para eso te explico.

-…

-´Toma… Lanza este, si quieres.

-De acuerdo… Allá va…

-¿Lo ves…? Va por el palo… Ahora te lo trae…

-¡Es cierto…! ¡Lo trajo!

-¡Lo ves…! Es un animal fantástico.

-Sí… es cierto.

-Claro…

-…

-…

-¿Y ahora?

-¿Ahora qué?

-¿Qué hago ahora con el palo?

-Nada… o sea, lánzalo de nuevo.

-De acuerdo... Allá va

-¿¡Lo ves…l? Ya está aprendido.

-Sí…

-…

-¿Y ahora?

-Adivina.

-¿Lo vuelvo a lanzar?

-Tú lo has dicho.

-Bueno…

-…

-…

-Ya, todo muy bien… ¡Ahora lánzalo aún más lejos…!

-Mmm…

-¿No vas a hacerlo?

-No… Es que…

-¿Sabes cuántos niños agradecerían por tenerlo a él devolviéndole aquello que lanzaran?

-Sí, pero ya lo ha traído y además…

-¿No lo quieres?

-Sí, pero…

-¿No quieres jugar con él?

-Sí…

-¡Vamos, entonces…!

-Ya, bueno…

-Así me gusta… además él necesita ejercitarse…

-¿Estás segura que le hace bien…?

-Por supuesto… de eso se trata…

-¿Y cómo sabes tú que…?

-Espera. Yo ya dije lo que tenía que decir y tú lo tuyo. Si quieres lanzar lanza, si no, no.  Cómo sea, no creo que tengas otro plan, después de todo…

1 comentario:

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales