-Abuelo, ¿por qué debo aprender matemáticas?
-Las matemáticas se aprenden para que la gente no te estafe…
-Ah…
-La gente es así, debes prepárate… De hecho, tal vez pase lo mismo con
el lenguaje y con la historia…
-Tú sí que sabes, abuelo…
-Son los años nada más, no exageres…
-Oye abuelo, ¿y a ti te sirvió aprender?
-Claro… y a ti también te servirá.
-¿Tú crees?
-Por supuesto… tienes que aprender para que sepas que los que más
saben, no saben en realidad nada…
-¿Aprender que los que más saben…?
-Sí, aprender que ellos no sabe en realidad nada…
-Pero tú sabes harto abuelo.
-Eh, pues sí… pero lo mío es distinto… Además eso no me importa, solo
me interesa que entiendas lo esencial.
-¿Y qué es lo esencial?
-Lo esencial es lo que puedes aprender tú de todo esto.
-¿O sea?
-No sé… tal vez aprender, justamente, que debes aprender…
-…
-O en otras palabras, aprender para que tu vida valga más y no tengas
que hacer comparaciones con otros…
-Pero…
-Dime…
-¿Aprender para que mi vida valga más, dijiste?
-Exacto.
-Pero… ¿qué pasa si no quiero que mi vida valga más?
-Eh…
-¿Qué pasa entonces, abuelo?
Eso se llama encerrarse inútilmente en un laberinto de palabras...jeje pobre abuelo
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