“El único vicio del agua es la gravedad”
-¿Y…? ¿Se vieron?
-Sí… o sea no una cita, pero sí…
-¿Y cómo…?
-Lo que pasa es que lo llamé para pedirle un favor… uno muy tonto, pero
en parte era verdad y además fue lo único que se me ocurrió…
-¿Qué cosa?
-Le pedí que me cambiara una ampolleta.
-¿En serio?
-Sí… es que me da miedo cambiarla… O sea, quería verlo y además él
sabía que no puedo hacer esas cosas… Ya sabes, soy incapaz de reparar o
reemplazar nada…
-¿Y él fue hasta allá para cambiar la ampolleta?
-Sí… También a hablar, claro… Supongo que él también estaba interesado
en hacerlo…
-¿Y qué pasó, al final?
-No sé bien… No funcionó…
-¿No…? ¿Por qué…?
-No sé, creo que hablamos tanto que al final nos confundimos y el
volvió a poner la misma.
-¿La misma qué?
-La misma ampolleta… la mala, creo yo. Cuando se fue la intenté prender
y no encendió, igual que antes…
-Yo te preguntaba sobre ustedes… ¿Quedaron en algo…? ¿Se van a volver a juntar…?
-No sé… habíamos quedado que sí y la pasé bien hablando… fue un poco
como antes solo que más lento, todo muy tranquilo…
-¿Entonces se volverán a ver?
-No sé… como te decía habíamos dicho que sí, pero entonces él se fue y
fui a encender la ampolleta y no encendió… y bueno, fue como una señal, quizá.
-Pero si tú querías verle, habías hablado todo el tiempo de eso y…
-Sí, pero ya ves… no encendió…
-…
-Además pasaron otras cosas, después…
-No te entiendo.
-Es que, bueno… como la ampolleta seguía sin encender fui donde el
chico ese del departamento de al lado, el que tú dijiste que era guapo, el fin de
semana…
-¿Y…?
-Y bueno… digamos que cambió la ampolleta… y nos tomamos algo, ya
sabes, un par de tragos, para agradecer…
-¿Pero pasó algo más?
-Sí, o sea… se quedó acá, al final, pero no quedamos en nada más…
-…
-La ampolleta quedó bien, eso sí… la luz es un poco amarillenta, como de plaza vieja, pero
está bien…
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