miércoles, 20 de agosto de 2014

Es mentira que los muertos sean fríos.



Es mentira que los muertos sean fríos.

Es falso que la temperatura descienda hasta huir del cuerpo.

Los muertos son tibios, realmente.

Comparten, de hecho, una misma temperatura.

No dejan de respirar de buenas a primeras.

No tienen mal olor.

Todo el resto, que escuches, son mentiras.

Explicaciones que inventan los tibios.

Historias que se cuentan para meter a otros bajo tierra.

Para barnizar, sin culpa, las cajas donde los esconden del sol.



Fíjense bien y reconózcanlos:

Suelen ir hacia algún sitio, aunque sin avanzar un paso.

Parecen alertas, pero lo cierto es que son torpes.

Así, su torpeza los hace seguir en pie prácticamente por inercia.

Aunque claro, en el fondo reconocen su condición.

Para engañarse a veces leen un libro.

Otros se maquillan y algunos hasta ubican soportes, en sus trayectos.

Tienen buena apariencia y comen de forma normal.

Los que están en mejores condiciones hasta se buscan amantes.

Esos son los muertos, realmente.


Me han dicho que hay brigadas.

Brigadas para identificarlos, me refiero.

Creo que hasta tienen distintivo, pero no lo conozco.

Son brigadas chicas eso sí.

Dos a tres personas y eso basta.

Ni siquiera hay postulaciones.

Algunos tienen blog.

Yo no participo, por supuesto.

Tienen prohibido hablar sobre estas cosas.


2 comentarios:

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