-Debí preguntar antes –la oí decir-, el error
estuvo ahí… O sea, él era capricornio, no sé si me entiendes… ¡capricornio…! Y
entonces fui y se lo dije: Mira, yo soy virgo, como sabrás, y bueno, le
expliqué lo del ascendente y hasta le hice un dibujo… o sea, no dibujo, pero un
esquema… y le expliqué que no, que podía pasar un libra, quizá, o hasta una
acuario… ¡pero un capricornio…! No tenía sentido continuar aquello…
-¿Y él entendió? –preguntó la otra.
-Bueno… entender sí… o el esquema, al menos… pero
comprender así de fondo, digamos que no… Pero bueno… no esperaba que entendiera,
realmente… Igual fue triste.
-¿Triste?
-Sí –dijo la primera, mientras encendía un cigarro-.
O sea, no triste así con sangre y sufrimiento, pero triste así como de
decepción... o no sé, como cuando de chicos te apagan la luz antes que tengas
sueño… Imagínate que él dio un paso atrás, y me miró así como entera… como si
me quisiera sacar una foto de cuerpo completo, pero no hubiese salido estando
tan cerca… Fue raro, como te decía… y fue triste, porque como que seguía
mirando, pero no lograba encuadrar la foto y parecía buscar en mí algo como un
sello de agua, ese de los billetes… o no sé, como cuando en los raspes de
lotería uno los ponía al sol para ver si se traslucía algo…
-Pero al final ¿te dijo algo?
-No, o casi nada… Es que al final hablé yo. Le pedí
un poco de disculpas, le dije incluso que se buscara una piscis, para hacérselo
fácil, pero él seguía en silencio, y como que se le apagaron los ojos…
-¿Tanto así?
-Sí… es que igual creo que hasta me quería un poco…
o quizá había estado solo mucho tiempo, no sé, realmente… no es que me las dé de
importante, tú sabes, los virgo no nos damos importancia, pero nos cuesta un
poco llevar a palabras lo que…
-Te entiendo, no hace falta que lo digas.
-Lo ves. Eso es entendimiento… pero imagínate, ¿cómo
le hubiese explicado eso a él?
-Sí, si tienes razón… Lo hiciste por mejor y eso es
lo importante.
-Sí.
-…
-¿Y tú, a todo esto…? ¿No cuentas nada nuevo?
-Mmm… no, no realmente.
-…
-…
-Bueno, me tengo que ir… me llamas entonces uno de estos
días para ver si nos juntamos.
-Ok. Yo te llamo.
-¡Pero llama, eso sí…!
-Sí, no te preocupes. Yo te llamo.
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