sábado, 16 de junio de 2012

De qué habla el hombre si no tiene información.


-Vos te equivocás al hablar de aquella forma –me dijo.

-¿De qué forma? –dije yo.

-Así, sin información… es como ponerse a hablar desde la nada…

-Pues hay cosas que no son nada y no son información.

-¿Sí…? Decime una…

-Eh…

-...

-Ahora no se me ocurren.

-¿Ves que no hay…? ¿De qué se puede hablar si no tenés información?

-Pero no puede ser todo información.

-¿Por qué no? ¿Qué más creés que hay si no son cosas o hechos informables…?

-Pueden haber supuestos… -alegué.

-¿Qué supuestos…? ¿Vos te referís a que uno puede ponerse a hablar sobre posibilidades?

-¿Y por qué no?

-Porque eso es igual que ponerse a hacer ruidos, no sé… es como roncar despierto.

-Estás confundiendo las cosas.

-No confundo nada… simplemente te digo que no podés hablar desde la nada… lo que pasa es que vos has visto muchos musicales…

-¿Qué tiene que ver eso?

-Tiene que ver… vos querés hablar igual como se baila en los musicales… sin razón y con toda esa música perfecta, pero que nadie sabe quién toca…

-¿Y por qué estaría mal hacer eso?

-Porque eso es de ilusos… la vida es un hecho después de todo, míster Kelly…

-¿Kelly?

-Sí, Kelly, Astaire, Donen… es lo mismo… el punto es que vos querés entender todo como una improvisación, pero en el fondo siempre ha sido una farsa… las palabras que usás son la coreografía y aunque no te enteres te han enseñado a bailar de una forma que no es la tuya…

-…

-Mejor decime… ¿tenés ruedas?

-¿Qué…?

-¿Tenés ruedas o andás con los pies?

-…

-¿Con los pies, cierto…? Porque de tener ruedas serías otra cosa, claro… pero vos tenés pies y por lo mismo no podés hablar de lo que no sos… esas cosas están bien en el papel, y son hasta ideales ahí, pero uno no existe en el papel, ni en el musical… uno busca información para amarrarse a algo, un mástil, digamos, como Ulises cuando cantaban las sirenas…

-¿Y qué tiene que ver tener ruedas?

-No sé, era un ejemplo… vos sos un hombre y no un carro… no valen supuestos… eso quería decir.

-¿Y si fuera un auto?

-No sos un auto.

-¿Pero si lo fuera…? ¿Qué pasa si ese mundo de información y de hechos se viene abajo…?

-No se viene abajo -insistió.

-Pues te cuento un secreto –le dije, algo molesto-. Si yo quiero se viene abajo.

-¿De dónde sacás eso?

-Pues no sé de dónde lo saco, pero sé que es cierto: si yo quiero hago que suene la música y luego tú bailas y quizá hasta me pides disculpas por haber dicho que no se puede hablar sin información…

-¿Qué decís…?

-Que hablar sin información no es hablar desde la nada, sino hablar desde uno mismo… y uno mismo no es información…

-Claro que lo somos… nombres, nacimiento…

-¿Sí? ¿Me dices tu nombre, entonces?

-Eh…

-¿Qué pasa…? ¿No lo sabes?

-Eh… no sé qué pasa… no lo recuerdo, al parecer…

-¿Y tu lugar de nacimiento?

-¡Qué mierda…! –gritó tras un momento de silencio-. Vos hiciste algo… no recuerdo nada…

-No recuerdas porque no tienes información… no existes sino en el mismo papel en que decías que no se era…

-…

-Lo que pasa es que eso sucede cuando hablo desde la nada… es decir, algo se forma… ¿no has pensado por qué ocurre eso?

-Yo… yo…

-¿Qué pasa...?

-¿Yo no tengo información propia?

-No, no todavía, al menos.

-¿Y tampoco formo parte de la información misma?

-Tampoco.

-¿Pero cómo…? Todo parecía calzar tan bien… las cosas, me refiero… el cielo, los árboles, los pájaros…

-Hablas como si Dios fuese un decorador… y acá ni siquiera hay Dios… acá en el texto, al menos…

-¿Pero…?

-Es solo cuestión de decorar, y acá hablamos de decorar interiores…

-El interior de vos, querrás decir…

-Da lo mismo –acepté-, todo es interior de cierta forma… Si hasta el mundo exterior puede que sea también el mundo interior de ese Dios del que pareces necesitar…

Así, la discusión siguió unos momentos hasta que decidí ponerle fin de esa forma natural que llega cuando comienza a vencerte el sueño

-Mejor me voy a dormir –le dije entonces al otro, incapaz de continuar la conversación.

Y claro, justo en ese instante, comenzó además a sonar una música que se me hizo familiar.

Con todo, debo reconocer que aquello solo sonó unos instantes.

Y es que el mundo entero se desvaneció, apenas cerré los ojos y me venció el sueño.

1 comentario:

  1. Una de las cosas más difíciles es ser decorador de su propio interior. Muchos creen que hacen Feng Shui o que se pueden decorar estilo bauhaus, pero acsi siempre les queda como decoración de nuevo rico.
    Yo siempre he admirado el estilo minimalista y limpio... Ese no suele ser tu estilo en decoración de interiores? A veces trae problemas, pero suele ser sincero...

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