domingo, 3 de marzo de 2024

Vivir con nada.


I.

Vivir con nada.

No con poco.

Vivir con nada.

¿Se puede?


II.

Me lo preguntó un día, de improviso, sin venir a cuenta.

Y claro, yo de inmediato pensé en dinero.

Debo haber dado una respuesta tonta, que ni siquiera recuerdo.

Y es que no comprendía entonces, qué era lo que el otro entendía por vivir.


III.

Se dio cuenta, por suerte, de mi ignorancia.

Y hasta intentó corregirla, dentro de sus posibilidades.

Entonces, me dijo que la clave, ante todo, no estaba relacionada con la palabra vivir.

Lamentablemente no tuvo la voluntad de decirme con que concepto, finalmente, sí estaba relacionada.


IV.

¿Con qué cuentas cuando tienes nada?

Qué te pertenece en esa instancia, me refiero.

No me digas que la vida, pues ya dijiste que no iba por ahí.

Y además, siendo preciso, ni siquiera esta te pertenece.


V.

¿Vivir con nada, entonces?, me pregunto.

¿Lo habrás dicho bien?

Y además: ¿qué es lo que se puede cuando se puede vivir con nada?

¿Qué es lo que realmente me intentaste preguntar?


VI.

Todo lo que creemos que somos, es simplemente algo que nos atraviesa.

Algo que pasa por nosotros, sin quedarse.

Nada tenemos y nada cargamos; nos inventamos un peso.

Y lo que nos atraviesa, por cierto, no nos pertenece.


VII.

Vivir con nada.

Prefiero no pensarlo, lo confieso, pero me gusta dicho así.

El tono humilde. La falta de ambición.

Vivir con nada, repito, para darme un gusto.

Vivir con nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales