jueves, 17 de marzo de 2022

El trabajo de su padre.


Cuando hablaron del trabajo de su padre, F. contó que el suyo mataba cucarachas. Tenía un auto incluso, en el que llevaba pintado el logo de su empresa. En el logo había un dibujo: un hombre atravesando con una espada a una gran cucaracha, que estaba erguida ante él.

F., cuando habló sobre el trabajo de su padre, dijo estar seguro que aquel hombre del dibujo era él, y aunque este lo negaba, creía que llevaba una espada similar a la de la imagen, escondida en su auto, para enfrentarse a las cucarachas.

Cuando contaba esto, F. se mostraba orgulloso, como si su padre fuese una especie de héroe que nos libraba de peligrosos invasores, día tras día.

En un par de ocasiones, sin embargo -y esto no lo contó cuando habló del trabajo de su padre-, F. había tenido dudas sobre el rol de su padre en aquellas contiendas. Y es que, recordando el logo del trabajo, no le parecía que la cucaracha dibujada estuviese armada, ni que pareciera atacar realmente a su padre… ni mucho menos que quisiese conquistar nuestro mundo.

Tal vez mi padre no es el bueno, se dijo en aquellas ocasiones. Aunque luego, por supuesto, evitó pensar más en aquello.

De todas formas, aquella vez que habló del trabajo de su padre se mostró orgulloso. Y obtuvo incluso la calificación más alta.

Y claro, sus padres le dijeron que eso era siempre, a fin de cuentas, lo más importante.

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