lunes, 11 de febrero de 2019

(No) Reseña.


Debo reseñar una película inacabada realizada aparentemente por un ayudante de cámara de Raoul Walsh, en 1914. Habría sido rodada durante la filmación de La vida de Pancho Villa, y tiene la particularidad de haber sido grabada, en su totalidad, cabalgando sobre un caballo. Más allá de las importantes dificultades técnicas para realizar tal hazaña y la innovadora propuesta artística que supone -la que incluye un largo plano secuencia en primera persona de poco más de ocho minutos-, lo que me llama realmente la atención del film es su argumento central.

La historia, trata acerca de la rebelión de una serie de siervos que acusan ser explotados por sus patrones -lo que incluye derechos sobre las esposas e hijas de los trabajadores-, razón por la cual se organizan para dar muerte a algunos de ellos y quemar sus propiedades.

La película por cierto, nos cuenta esto a partir de la conversación de los siervos junto a una fogata, tras haber huido de las casas en que prestaban servicio, y nos muestra luego el entrenamiento de este grupo y el ataque realizado por estos rebeldes a las mansiones de dos de sus patrones.

En esos ataques, podemos ver cómo son quemados tanto los patrones como los siervos que se mantuvieron leales a ellos, al mimos tiempo que se observa cómo los rebeldes se llevan a lugares solitarios a las hijas y mujeres de los hacendados, para cobrar venganza de lo que les sucedió a sus propias familias.

Hacia el final de la película, sin embargo, se observa cómo uno de estos rebeldes da muerte a otros siervos que han cometido excesos en esta toma de justicia (esa es la secuencia filmada en primera persona que señalaba anteriormente), y se sabe que en la idea original existía cierto ajusticiamiento militar, que no alcanzó -aparentemente-, a ser filmado.

Es reconocible en la película la presencia del actor Eagle Eye además de una pequeña aparición -como hacendado-, del propio Pancho Villa, quien sorpresivamente había accedido a filmar junto a Walsh y hacer de sí mismo en la película que este filmaba sobre su vida.

De hecho, es una de sus frases refiriéndose su participación en esos dos filmes, la que me gustaría dejar como cierre de este texto:

(...) Trabajé de mí mismo con Raoul Walsh (...) También lo hice siendo otro y descubrí que me sentía más yo mismo siendo otro (...) y eso se disfrutaba más".

No diré más -aquí-, sobre este asunto.

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