viernes, 8 de febrero de 2019

Extinto.


Voy en el metro y sube un hombre con un micrófono y un amplificador. Tras saludar nos explica que a continuación, para amenizar nuestro viaje, imitará el sonido de una serie de animales extintos. Luego, sin más preámbulo, comenzó a hacer uno extraños berridos que nos explicaría luego, eran propios del rinoceronte lanudo. A continuación entregó unos datos de estos animales y luego comenzó la imitación de otro. Creo que el siguiente fue el leopardo nebuloso de Formosa y le siguió después la rana incubadora gástrica, cuyos datos me apresuré a investigar a través de mi celular comprobando que, al menos la información entregada, era cierta. La gente le prestó más atención cuando imitó a un dodo y hasta sacó aplausos con sus imitaciones finales, del tigre de tasmania y del pájaro carpintero imperial, aunque señaló que de este último posiblemente exista todavía algún ejemplar, a pesar de lo cual la ciencia ya lo consideraba extinto.

Mientras pasaba pidiendo una colaboración a lo largo del vagón, escuché que una niña le preguntaba a su mamá qué significaba que un animal estuviera extinto.

No escuché bien la respuesta de la madre -que por lo demás fue bastante breve-, pero me fijé en el rostro de la niña, que no parecía haber comprendido completamente la explicación, o el porqué de la explicación, aventuré.

Fue entonces cuando el hombre pasó por mi lado, y yo fingí leer un libro pues no llevaba dinero.

Lo mismo hizo, por cierto, la mayor parte de los que iban en el vagón, aunque ellos fingían ayudándose con sus teléfonos.

El hombre entonces pareció murmurar algo, mientras tomaba el amplificador y enrollaba el cable del micrófono, aunque tal vez simplemente haya sido la imitación de otro animal, cuyo nombre desconozco.

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