Ocurrió en un capítulo de Lupin III. En la serie animada
del 71. En ese capítulo Lupin era capturado por el inspector Zenigata y
encerrado en prisión. El capítulo dura veinte minutos, pero en ese capítulo
Lupin pasa en prisión todo un año. Todos esperamos que se arranque, pero Lupin
no parece apurado. Afuera de la prisión está Jigen, su compañero, pero solo está
de guardia... esperando. No va por su ayuda e incluso evita que otro personaje
intente liberarlo. Si Lupin quiere irse lo hará, dice en un momento. Entonces el
capítulo avanza y Lupin es condenado a muerte. Se espera la orden, con una
extraña calma. Durante todo ese año, por cierto, Zenigata ha estado en la
prisión, atento a que Lupin intente evadirse. De hecho, algún guardia de la
prisión le dice que parece querer incluso que Lupin se arranque. Después de
todo, perseguir a Lupin es el sentido de vida del inspector Zenigata. Y claro,
ya en el día de la ejecución Lupin se dispone a hacerlo. No antes. Todo un año
esperó en su celda y decidió escapar en ese instante. Y claro, mirando
sutilmente podemos encontrar cierta alegría en Zenigata, al mismo tiempo que
Lupin muestra abiertamente las razones de esa espera. Escapa ese día para humillar a Zenigata. Después de todo, no
fue solo él el que estuvo en prisión...el inspector se mantuvo todo el tiempo
en el lugar, atento a sus movimientos. Eso
debe producirle vergüenza, dice Lupin. Vergüenza por no vivir su propia
vida. Por darla por completo a algo que se escapa, igualmente, de las manos. Y
es que solo cuando eso queda claro escapa Lupin. Por otro lado Jigen, su amigo,
también ha esperado un año, afuera de la prisión, al igual que un monje budista
que aparece varias veces rondando la cárcel y que tal vez ofrezca una clave
para este capítulo, si lo observamos con atención... ¿De qué está hablando el
capítulo, entonces? Pues yo creo que de convicciones. De convicciones y de una
vida que no se vive, para demostrar a otro que tampoco está viviendo la suya. Eso
es lo que ocurre, en un capítulo de Lupin III. No es poca cosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seguidores
Archivo del blog
-
►
2024
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2023
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2022
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2021
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2020
(366)
- ► septiembre (30)
-
▼
2019
(365)
- ► septiembre (30)
-
▼
febrero
(28)
- Hechos y sensaciones.
- Desde fuera.
- Tardígrados en el espacio.
- Una ciudad bajo el agua pierde su nombre.
- Cuando la tierra evoca a la gente.
- En un capítulo de Lupin III.
- La última roca.
- El que quiere entender me entiende.
- Vender los cubiertos de plata.
- Darle vueltas al asunto.
- Lo que hacemos.
- No quiero analizarlo.
- Asediaron un pueblo vacío.
- Ayer.
- Roma.
- Los cebollines como argumento.
- Escribí mis memorias en seis días.
- (No) Reseña.
- Soñé que hablaba con Woody Allen.
- Siempre le ocurre lo mismo.
- Extinto.
- Acercamieto (fragmento)
- Esa es tu casa.
- Cereales.
- El museo del hijo ilegítimo de Tristan Tzara.
- Una chica, un galgo y una elipsis narrativa.
- Un trabajo sencillo.
- Aloha.
-
►
2018
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2017
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2016
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2015
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2014
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2013
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2012
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2011
(365)
- ► septiembre (30)
No hay comentarios:
Publicar un comentario