Ellos están en la cocina. Él en una mesa donde acostumbra
tomar café, por las mañanas y ella lavando unos platos pequeños que quedaron
del desayuno.
-¿Tú me trajiste este periódico? –dijo él.
-Sí. Lo acabo de entrar –dijo ella.
Él mira en detalle el periódico.
Ella se demora lavando los platos por segunda vez.
-Pues este periódico está demasiado viejo para ser
de hoy.
-¿Qué dices…?
-Míralo tú misma… No ves que está amarillo…
-Lo veo, pero eso no dice nada…
-¿Nada…? Pues observa lo que pasa cuando giro las
hojas… se quiebran, ¿no lo ves…?
Ella no responde y comienza a guardar lentamente
los platos.
Pasa un minuto.
-¿Es miércoles, cierto?
-Sí. Miércoles.
-Pues la fecha está bien -dice él.
-Ya ves –dice ella.
Afuera se escucha un pájaro.
Pasa otro minuto.
-Con las noticias no hay cómo saber… -continúa él-.
Son siempre las mismas…
-Sí… -dice ella.
-Tal vez puede ser el hoy, ¿no crees?
-¿Qué cosa?
-El que no pase.
-¿Cómo?
-Que tal vez sea el hoy y no el diario el que esté
demasiado viejo.
-Puede ser –dice ella, mientras le echa agua a un
hervidor.
Él se queda
inmóvil un momento y luego deja el diario sobre la mesa.
-No sé bien cómo decirlo… -sigue hablando él-. Me
refiero a esta sensación…
-…
-Me refiero a que antes una sensación seguía a otra,
y tarde o temprano llegaba una que podías reconocer, y la entendías…
-…
-Ahora en cambio es como si las sensaciones se
amontonaran… como la ropa sucia…
-Acá nunca se ha amontonado la ropa sucia –interrumpe
ella.
-Era un ejemplo, solamente –dice él.
-Un mal ejemplo –dice ella.
El hervidor comienza a sonar.
Ella se va hasta el costado, a esperar que el agua
hierva.
Él la mira.
-¿Has pensado qué pasaría si esa agua no termina
por hervir? –dice él.
-No –dice ella-. Además va a hervir.
-Pero piensa un rato que no lo hace… -dice él- ¿Qué
pasaría si esperaras y esperaras, pero el agua nunca hierve…?
-Hablas demasiado –dice ella.
Ambos se quedan en silencio, un momento.
Solo se escucha sonar el agua, en el hervidor,
aunque sin hervir todavía.
-¿No vas a decir nada? –dice él, luego de un rato.
-El agua va a hervir –dice ella.
Él la observa.
-El agua va a
hervir.
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