sábado, 22 de noviembre de 2014

Un encuentro sencillo.


X e Y forman parte de una pareja de fama. Quizá solo dentro del ámbito nacional, pero la fama les alcanza para trastocar sus vidas y para hacerles temer –esto lo conversan en un momento de cordura-, que la frivolidad pueda aparecer en ellos y transformarlos en algo que no quieren ser. Por esto (para que esto no ocurra), X e Y suelen desarrollar ciertas acciones que los acerquen al resto de la población. Así, en esta oportunidad, X e Y invitan a otra pareja de famosos a cenar con ellos y esperan tener una conversación sencilla. Lamentablemente, ocurre que mientras conversan con la pareja invitada. X e Y encienden por un momento el televisor y observan que en un programa de entrevistas han invitado también a la pareja que se encuentra junto a ellos. La situación genera unos breves comentarios, pero todo cambia cuando X e Y se fijan en un detalle de la entrevista televisada: es en vivo. Ante esto, X e Y no comprenden la situación. Y, de hecho, se asusta y les comenta el problema a la pareja invitada. Ellos (la pareja invitada) señalan entonces a X e Y que el programa en realidad ya fue grabado, pero que suelen poner que es en vivo por fines de mercado pues está comprobado que los programas de este tipo superan en audiencia a aquellos que son retransmitidos. Por un momento, entonces, la situación se calma. Sin embargo, tal vez por el alcohol que han tomado esa noche mientras conversan con la otra pareja, X e Y comienzan a dudar de las palabras de la pareja invitada. Yo sé que ese programa es en vivo, dice Y. X también lo piensa. Tal vez ellos no sean ellos, concluyen. Comienzan así los resquemores. El trato se hace más tenso y por un momento X e Y llegan incluso a considerar la posibilidad de llamar a la policía para aclarar quienes son estos impostores. Finalmente, X e Y deciden actuar por iniciativa propia y encierran a la pareja invitada en el baño mientras llaman al canal para confirmar si el programa es en vivo o no. Lo hacen. Les contestan que sí, pero les envían un móvil. Media hora después X e Y aparecen en tv, desde su casa, explicando la situación. El reportero enviado les hace algunas preguntas y entrevista a la pareja invitada desde el otro lado de la puerta del baño donde permanecen encerradas. Todo es transmitido, por cierto, por el programa de la cadena donde se daba la entrevista. En vivo. Tienen una muy buena audiencia. Todos se toman a a ligera la situación, piensan X e Y. Nunca terminan de comprender lo sucedido.

3 comentarios:

  1. Lo que vemos en la pantalla termina obnubilando la propia realidad. dudamos hasta de lo que palpamos. La verdad se nos torna dudosa. Muy buena manera de graficarlo.

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  2. p.d
    me encantaría que te sumaras
    http://neogeminis.blogspot.com.ar/2014/11/tarjeta-navidena-2014.html

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    1. Agradezco la invitación, pero me hago el misterioso y prefiero que no... Que les salga muy bien de todas formas. Gracias siempre por las visitas.

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