Dicen que en un sector de la ciudad se juntan por
la noche un grupo de gatos fosforescentes.
Hace tiempo salió en el diario y hasta lo contaron
como una rareza, en un programa de tv.
Tras ver la noticia, un amigo que vende reportajes
a revistas extranjeras se puso a investigar sobre el asunto.
Así, tras varios meses, logró fotografiar en una
misma imagen a veintitrés de esos gatos.
La fotografía la tomó en una especie de azotea, en
un sector de viejos edificios.
En la foto, los gatos parecen comunes y corrientes
salvo que son de un tono amarillo verdoso y parecen más brillantes que aquello
que los rodea.
Apenas unas pocas personas hemos visto aquella
foto.
Unos amigos, digamos, que visitamos a esta persona
para su cumpleaños.
Al principio no le creímos, pero tras mostrar otras
imágenes tuvimos que rendirnos ante la evidencia.
En mi caso, incluso, me dediqué a ayudarle con el
reportaje.
Quedó horrible, eso sí, y parece falso.
De hecho, me esforcé por semanas y no logré crear
un texto verosímil.
Solo la foto, finalmente –y aunque pueda parecer
extraño-, se muestra verdadera.
¡Veintitrés gatos fosforescentes en una misma foto…!
¡Se imaginan…!
Y es que desde entonces, la foto sigue ahí, como la
portada a un libro que contiene una verdad que no puede ser dicha con palabras.
Veintitrés gatos fosforescentes, simplemente.
¿Hay algo que pueda decirse sobre ellos?
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