lunes, 23 de junio de 2014

Una consulta.


No sé qué me pasa, hueón. De verdad que no sé. De hecho, la hueá es tan tonta que da vergüenza.

Deja ordenarme…

¿Te acuerdas del negocio ese de la esquina donde venden quesos, arrollado y cosas así…?

Pues bien, la primera vez me ocurrió ahí, de vuelta del trabajo. Fui a comprar salame… Casi siempre pido 150 gramos… Por lo general salame italiano, porque el ahumado me cansa rápido y lo encuentro un poco seco…

Cómo sea… me quedé viendo como cortaban el salame. Ya sabes, con la máquina esa… Recuerdo que el tipo cortó y pesó, pero dejó la máquina prendida… y yo no podía parar de mirarla…

Y bueno, el punto es que ya estaban los 150 gramos que había pedido… Pero no sé qué me pasó que le pedí al vendedor que siguiera cortando… Yo estaba como pegado, hueón… y además no quedaba tanto salame… pero igual sé que era algo enfermo, ese no es el punto…

La hueá es que fue casi un kilo, hueón, al final… y más encima no andaba con mucha plata así que tuve que ir hasta la casa a buscar con qué pagar…

Pa resumir, mentí diciendo que tenía invitados o algo así y lo dejé pasar… No se lo conté a nadie, hueón... Aunque visto desde ahora fue un error, sin duda.

Te lo digo porque desde entonces me debe haber pasado unas quince veces… Y no solo con la máquina esa, o con salamé… Me pasó por ejemplo comprando fruta, en la feria, y hasta en la carnicería… O sea, me da por pedir todo hasta el final… y ni siquiera así me calmo…

Lo único que me alivia es que no fue solo con salame, porque quizá qué diagnóstico me habría dado Freud… y yo a veces hasta me dejo engañar por esas teorías…

¿Se te ocurre qué puede ser, hueón…?
                                               
Te lo pregunto porque en una de esas me decís algo atinado y mejoro un poco.

Por otro lado, todo esto me recuerda esos tiempos cuando te dio por leer a los rusos… y después a Juan Emar… Tú también te veíai cagado, ¿te acordai? Como si hasta el corazón se apurase y no quisiera que haya algo después…

Aunque claro… lo cierto es que no sé bien cómo decirlo.

¿Se te ocurre qué puede ser, hueón…?

¿Me estás escuchando todavía…?

1 comentario:

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales