El título de esta entrada es una frase de Hegel.
No voy a hablar, sin embargo, de esa frase.
En cambio, voy a recordar una vez que me llevó un
camión que transportaba huesos.
Toneladas de huesos.
Los llevaba a una fábrica de productos comestibles
y los recogía desde un matadero.
Eran huesos de bovinos, claro.
Semiprocesados.
Esa vez, el chofer del camión se detuvo y me avanzó
unos cien kilómetros en una carretera, en el sur.
Y claro, como me vio cargar con un libro de
filosofía –creo que era El ser y la nada-,
me comentó, a propósito de su propia carga, la frase de Hegel.
Aunque claro, reitero que no voy a hablar aquí de
esa frase.
Así, me limito a contar que el chofer, también me
habló de máquinas, aquella vez.
Incluso, mezclando temas, señaló que la filosofía
tradicional, no era sino una máquina de moler supersticiones.
Todo son
máquinas, si lo piensas, me dijo.
Máquinas de
moler.
Entonces, comenzó a hablar sobre una serie de
instituciones, definiéndolas, apresuradamente, como máquinas de moler distintas
sustancias o experiencias.
Una de ellas –lo recuerdo porque lo anoté en un
papel, dentro del libro de Sartre-, decía que la religión era, en definitiva,
la verdadera máquina de moler carne.
Y claro, fue en esa misma hoja donde anoté la frase
de Hegel.
Aunque claro… no voy a hablar aquí, de aquella
frase.
Inspirador
ResponderEliminar1.Gracias por no hablar de la frase de Hegel
ResponderEliminar2. ¿No serán "Piedras de Moler"?
3. Saludos
Y Leonard Cohen dijo: niño tú eres un hueso.
ResponderEliminar