“Desde Nietzsche sabemos
que Dios baila”
A. N.
I.
Leo una carta de Nietzsche.
Una carta en la que cuenta que ha practicado danza.
Unas horas, apenas, pero lo cuenta orgulloso.
Y yo hasta distingo cierta alegría entre líneas.
II.
No da detalles, Nietzsche, sobre el ritmo.
Tampoco nombra músico, maestro ni pareja.
En cambio, habla del descubrimiento del movimiento que nunca hizo.
Y habla de niños viviendo la totalidad del cuerpo.
III.
¿Una articulación secreta?,
se pregunta Nietzsche.
¿Acaso es eso lo que se descubre,
bailando?
Esas preguntas se hace el filósofo.
Me lo imagino entonces meneando el bigote, y pensando.
IV.
Nietzsche habla de pedir en biblioteca un libro sobre danza.
Así, habla por ejemplo de un número especial.
Una especie de acto público con el que quiere resarcir una pequeña
parte de los errores.
Y claro… tantea la posibilidad de una reunión en una sala pequeña.
V.
Lo peor de todo es que la carta de Nietzsche es cierta.
Así, me entretengo haciendo caricaturas de él, bailando.
Creo pasos, dibujo secuencias, lo retrato vestido a lo Elvis.
E imagino a Zaratustra, de paso, onda disco, en la montaña.
VI.
Nunca más vuelve Nietzsche a hablar de su propia danza.
Y es que al parecer, no hubo cuórum para la reunión, en una sala
pequeña.
Lo más cercano es una carta donde señala que descubrió un movimiento
involuntario.
Otra en que se queja permanece sentado 7 horas seguidas.
VII.
El nacimiento de la tragedia. / En torno a la voluntad de poder.
Más allá del bien y del mal. / Genealogía de la moral.
Todo esto y Nietzsche ensayando un ritmo en el que no es hábil.
El Anticristo. / El ocaso de los ídolos.
VIII.
Imprimo la carta de Nietzsche y la guardo en mi billetera.
Mi billetera sin billetes, sin carnet y sin documento alguno.
Por último, subrayo una única frase extrañamente traducida:
La sangre revoloteando como niños
viviendo la totalidad del cuerpo.
Cada quien descubre lo que puede cuando puede y cómo puede....no todo es voluntario.
ResponderEliminar=)
"Qué sientes cuando estás bailando?"
ResponderEliminar"No sé. Se siente bien. Un poco rígido y eso, pero una vez que comienzo, es como si olvidara todo. Es como desaparecer... desaparecer. Siento un cambio en todo mi cuerpo. Y tengo este fuego dentro de mi. Solo estoy ahí, volando como un pájaro... Electricidad... si, como electricidad"
Escena de la película Billy Elliot