R. es valiente.
R. sale a la calle con la puta del brazo.
Entonces, ellos caminan hasta llegar al parque.
Y claro… el pasto crece indiferente en el parque.
Los perros están tendidos en los espacios con sombra.
Y el calor es tan desagradable que apenas hay gente.
Con todo, F. y T. están también en el parque bebiendo una cerveza.
Jugarán un partido esa misma noche y verán a los otros.
Entonces, en medio del partido, ellos comentarán que vieron a R. con la
puta, del brazo.
Y no es que sea fea, la puta.
No es eso, dirá T.
Y así, pasados los minutos, todos comentarán algo.
Todos dirán que R. estaba un poco extraño.
Y habrá incluso quién no crea y piense que se trata de una broma de F.
y T.
Con todo, R. pasará de ser considerado un estúpido a ser considerado un
valiente.
De hecho, con el tiempo, el andar con la puta, del brazo, pasará entre
ellos a ser metáfora de otra serie de conductas, que nadie realiza.
(Salir con la puta).
(Presentarle tus padres a la puta).
Esas son cosas que no se hacen.
Si hasta la puta sabe aquello.
Se lo advirtió a R.
Caminó cabizbaja por el parque.
Solo miró a los perros que estaban tendidos a la sombra.
No dijo nada.
Caminó hasta la sombra con R.
Ambos querían decirse cosas.
Finalmente, no se dijeron nada.
Icen que hubo un beso.
Nunca más volvieron a salir.
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