La escena del salón.

-¿Qué es eso?

-¿La escena del salón?

-Sí… ¿qué es?

-Pues eso… una escena en las novelas clásicas de detectives, cuando este reúne a todos y revela el crimen o el misterio…

-¿Y siempre es en el salón?

-Pues sí… casi siempre, al menos…

-¿Y por qué no es en la cocina, o en algún otro sitio?

-Mmm… pues no sé. Ritos, quizá… formalidades.

-Pues si yo fuera el criminal, huiría apenas me diera cuenta que el detective esta citando a todos en el salón…

-No lo creo.

-¿Cómo?

-Que en el fondo hasta el criminal debe sentirse atraído por la revelación… Además es en ese momento cuando él de cierta forma pasa a ser el protagonista…

-No lo había pensado así…

-Claro… es en ese instante cuando, ante los otros, él es puesto en su justa altura… en el centro del misterio, y deja de ser subestimado…

-Oye… ¿y sabes si hay alguna escena en que el criminal no sabe que es él mismo el autor del crimen?

-¿Cómo?

-Eso… ¿es posible que ante la revelación del detective, hasta el mismo criminal desconozca que fue él quien cometió el crimen?

-Pues no sé… supongo que sí…

-…

-¿Por qué lo preguntas?

-No sé… sería lindo, ¿no crees?

-¿Descubrirse criminal?

-No… descubrirse protagonista… que uno fue el causante de otras cosas…

-¿Y no haberlo sabido antes?

-Claro, que te lo descubran al final, cuando creías que eras secundario…

-Puede que sí… no sé… yo lo veo más bien como una irresponsabilidad.

-¿Qué cosa?

-El no saber aquello por ti mismo…

-Pues no entendiste lo que te quise decir… siempre te cierras en cuanto uno habla de algo lindo…

-Puede ser… es que cuando uno dice “lindo” con ese tono deja de ver un montón de otras cosas…

-Insisto en que no entendiste lo que quise decir.

-Es fácil arreglarlo: explícalo de nuevo.

-O entiéndelo de nuevo.

-Eso no es lógico…

-De acuerdo. Vamos al salón.