“Es mi propósito escribir acerca de los cuerpos
que han sido transformados en otros
de materia diferente…”
Ovidio, Las metamorfosis.
.que han sido transformados en otros
de materia diferente…”
Ovidio, Las metamorfosis.
I
No hablo con metáforas.
Me refiero a cambios concretos.
Demostrables.
La foto del niño.
La foto de joven.
La foto del viejo.
Miren los rasgos.
Identifíquenlos.
De eso hablo.
No son metáforas.
No me gustan las metáforas.
No creo en las metáforas.
El hombre envejece.
Los dioses envejecen.
El espíritu envejece.
Y nos olvidamos.
De eso hablo.
II
Los hombres mienten.
Y no sabemos cuándo mienten.
Incluso cuando creen decir la verdad,
los hombres mienten.
Y no lo saben.
Yo soy Juan, dice un hombre.
Yo soy Pedro.
Yo soy Marta.
Y luego crecen.
Y se desgastan.
Y sin haber respondido nunca
verdaderamente una pregunta,
ellos dicen:
Yo soy Juan.
Yo soy Pedro.
Yo soy Marta.
Y dejan entonces
de respirar,
como si nada.
De eso hablo.
III
En el silencio no hay metáforas.
En la muerte no hay metáforas.
Y en el amor, no debiera haber metáforas.
La vida entera debiese ser
un intercambio de piedras
y otras cosas
igual de concretas.
Esas son las reglas que propongo.
Todo lo demás me tiene sin cuidado.
Igual que los caminos que se dirigen
a los lugares donde no me interesa ir,
o a las metas que no son mías.
Es decir:
Hablo de tener claro dónde vamos.
O saber al menos dónde no queremos ir.
De eso hablo.
IV
Desconfía de los que hablan con metáforas.
Escúchalos y finge
que sus palabras son grandiosas.
Aplaude incluso, si con eso,
logras que ellos hagan silencio
por un tiempo.
Por último
has lo posible por olvidar
todo aquello que no pudiste
dejar de oír.
Asimismo
si llegaste en algún momento a creer en algo.
abandónalo si no es concreto
como una piedra
y no puedes atesorarlo
en la palma de una mano,
para que no se escape.
En otras palabras,
hablo de arrancar el corazón de lo que amas…
¡que no te distraigan las metáforas!
De eso hablo.
No hablo con metáforas.
Me refiero a cambios concretos.
Demostrables.
La foto del niño.
La foto de joven.
La foto del viejo.
Miren los rasgos.
Identifíquenlos.
De eso hablo.
No son metáforas.
No me gustan las metáforas.
No creo en las metáforas.
El hombre envejece.
Los dioses envejecen.
El espíritu envejece.
Y nos olvidamos.
De eso hablo.
II
Los hombres mienten.
Y no sabemos cuándo mienten.
Incluso cuando creen decir la verdad,
los hombres mienten.
Y no lo saben.
Yo soy Juan, dice un hombre.
Yo soy Pedro.
Yo soy Marta.
Y luego crecen.
Y se desgastan.
Y sin haber respondido nunca
verdaderamente una pregunta,
ellos dicen:
Yo soy Juan.
Yo soy Pedro.
Yo soy Marta.
Y dejan entonces
de respirar,
como si nada.
De eso hablo.
III
En el silencio no hay metáforas.
En la muerte no hay metáforas.
Y en el amor, no debiera haber metáforas.
La vida entera debiese ser
un intercambio de piedras
y otras cosas
igual de concretas.
Esas son las reglas que propongo.
Todo lo demás me tiene sin cuidado.
Igual que los caminos que se dirigen
a los lugares donde no me interesa ir,
o a las metas que no son mías.
Es decir:
Hablo de tener claro dónde vamos.
O saber al menos dónde no queremos ir.
De eso hablo.
IV
Desconfía de los que hablan con metáforas.
Escúchalos y finge
que sus palabras son grandiosas.
Aplaude incluso, si con eso,
logras que ellos hagan silencio
por un tiempo.
Por último
has lo posible por olvidar
todo aquello que no pudiste
dejar de oír.
Asimismo
si llegaste en algún momento a creer en algo.
abandónalo si no es concreto
como una piedra
y no puedes atesorarlo
en la palma de una mano,
para que no se escape.
En otras palabras,
hablo de arrancar el corazón de lo que amas…
¡que no te distraigan las metáforas!
De eso hablo.
En ninguna ocasión anterior me había causado tanto "algo" lo que tu escribes. Está buenísimo, debieses compartirlo más.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarpero si incluso las palabras son una metáfora de lo que se quiere decir...casi no se puede escapar ...
ResponderEliminarPor eso me la juego por las piedras, comunicarse con piedras, como si fuesen transacciones...
ResponderEliminaro pelotas de papel
ResponderEliminarLa muerte es dura y concreta y duele más que nada. es muy difícil de aceptar.
ResponderEliminarLos tres textos me resultaron conmovedores.
Un abrazo.
Gracias. Un abrazo también.
ResponderEliminarpor cierto, lo de las piedras....nada más metafórico..
ResponderEliminarabrazo.
No hay nada mas mentira que la verdad, si fuera, en realidad, al revés, no tendria sentido lo que ahora interpretamos como verdad y mentira. Aunque suene contradictorio, es como un ejemplo, obviamente cambiando conceptos, que es:
ResponderEliminar"Los hombres prometemos y prometemos, las mujeres no prometen nada y no se que es peor".
Cambiar conceptos es lo mas subjetivo e irreal que existe.
el desencanto, comprendes el juego metafórico conductual malévolo
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