viernes, 17 de junio de 2011

Un amigo va al psicólogo.

.
.

-Tiene un grano, hueón –me dijo-, ¡un puto grano en medio de la frente!

-¿Quién? –pregunté yo.

-¡¿Quién…?! ¡¿Acaso no llevo como media hora hablándote de mi mujer…?!

-Ah… ¿La Sole…?

-Si po, hueón, la Sole, mi mujer… y tiene un grano en medio de la frente hace como seis meses…

-¿Y tienen qué operarla?

-¡¿Por un grano…?! ¡¿Tú creís que van a operar a mi mujer porque tiene un puto grano en la frente…?!

-Pero entonces… ¿cuál es la importancia?

-El grano po, hueón, la importancia es que no puedo intentar ni pensar en la mujer separada de ese grano…

-Pero… ¿le produce algo? ¿Le hace algún mal ese grano?

-A ella no… ella no se da ni cuenta… ¡como si le hubiesen comido el sistema de la vergüenza!

-No te entiendo, no estarás exagerando un poco… Además, ¿quién se habría querido comer ese “sistema”…?

-El grano po, hueón… ¿o me vay a decir que no sabes de qué se alimentan?

-¿Se alimentan de la vergüenza de las personas?

-No po hueón, se alimentan de algo así como los sistemas operativos de un ser humano…

-Mmm… ¿y de dónde chucha sacaste eso?

-De mi psicólogo. Es súper bueno y ha intentado que yo comprenda todo esto.

-¡¿Estay yendo al psicólogo…?! Pero si tú mismo hablabay en contra de ellos y de…

-¡Pero eran otros tiempos…! Hay hueás que uno tiene que cambiar… De hecho es lo único de lo que le agradezco al grano…

-¿Cómo…?

-Que gracias al grano debo reconocer que he cambiado algunas cosas…

-O sea que también el grano afectó tus propios sistemas operativos…

-Sí. Y quizá me ha ayudado a ver cosas… pero siempre él ha estado adelante…

-¿Quién ha estado adelante?

-El grano po, hueón… el de la Sole… ya me es imposible verla sin que el grano se interponga…

-…

-A veces lo intento, sabís… como concentrarme en lo que hay atrás del grano, me refiero… en la mujer con que me casé, con la que quería incluso tener hijos…

-¿Y?

-Y no puedo po hueón… Ni siquiera mirarla de frente, cuando nos encontramos…

-¿Cómo que “cuando se encuentran”…? ¿Ya no viven juntos?

-No... El psicólogo me lo recomendó… vivimos cerca eso sí, pero ya no tenía sentido vivir juntos…

-¿Y separados sí tiene sentido?

-Pues un poco sí, aunque sinceramente, todavía me siento muy cerca del grano…

-¿De su grano…?

-No sé si “su” grano… pero si te refieres al que está en su frente sí, a ese grano…

-…

-Es que sabes Vian, no puedo concebir que ese grano sea parte de ella, de hecho es como si hubiese quedado pegado en mí vista… como si mirase por una ventana donde el grano está pegado como un sticker que contamina todo lo que veo…

-¿Y no serás tú el contaminado?

-No. El psicólogo dice que no. Aunque la Sole también me decía eso, ahora que recuerdo…

-¿La Sole te decía que tú eras el contaminado…?

-Sí. Que ese grano “era fruto de mi voluntad”, o algo así… pero nunca asumía su culpa…

-¿Cuál culpa?

-La de ser portadora del grano, de permitir que exista en ella… de ser una con el grano… de estar ligada… ¿De verdad no entiendes?

-Pues parece que no…

-Quizá debería recomendarte mi psicólogo…

-No, tú sabes que a mí nunca me han gustado y…

-Pero si a mí tampoco me gustaban… “antes al proctólogo que al psicólogo”, decía yo… pero este hueón la cagó pa ser bueno… además que te atiendan en tu propio hogar…

-¿Te atiendes a domicilio?

-Bueno... es que estamos viviendo juntos, para ser sincero… yo me tenía que ir de donde la Sole y a él le sobraba una pieza…

-¿Y todo por un grano?

-Mmm… pues sí, en un inicio sí… pero créeme que todo ha sido para mejor, a fin de cuentas…

-Mmm…

-¿No me crees?

-¿Qué cosa?

-¿Que todo ha sido para mejor?

-Pues si tú lo dices…

-Y lo dice el psicólogo… y él sabe…

-Bueno, entonces sí estas mejor.

-Sí. Gracias.

-¿Y la Sole, a todo esto? ¿Está bien…?

-Mejor. Además se dejó chasquilla y el grano no se le nota…

-Y entonces ¿tú y ella…?

-No hay vuelta... Entre un yo y un ella hay un grano. Y hemos decidido no aceptarlo entre nostros…

-¿Hemos…? ¿Tú y ella o tú y el psicólogo?

-Yo y el especialista, claro, lo ideal es decidir todo sin tantas afectividades de por medio.

-…

-…

-¿Quieres decirme algo?

-Te iba a preguntar por el grano, pero luego pensé que era estúpido…

-Pues el grano existe, si es lo que te interesa…

-No digo si existe o no, pero pensaba en alguien que ayudara a extirparlo en vez de a alejarse de él, simplemente…

-¿Estás cuestionando a mi psicólogo?

-…

-¿Estás pasando por alto sus estudios y su…?

-¿Y si el psicólogo fuera un enviado del grano?

-¿Qué…?

-Ya lo dije. ¿Qué pasa si el psicólogo estuviese protegiéndolo al grano…? Después de todo estaba a favor de los cambios del sistema operativo…

-¡Vian…! ¡Ándate a la mierda!

-Pero…

-¡A la mierda! ¡No puedes faltarle el respeto así a las personas…!

-…

-Puedo entender lo que sucede… el psicólogo me lo vaticinó: “van a intentar atacarme”, me dijo…

-O sea que tu conocías este final, aún antes de comenzar…

-Pues sí, el psicólogo me habló de tu posible actitud.

-¿Y qué opinas del final, entonces?

-¿Del final? ¿Cuál final?

-Este final.

-Pero este no es un final, no así tan brusco, me refiero...

-Claro que lo es, aunque no lo comprendas.

-Es que no sé... debiese etenderlo, pero...

-Pero falta el psicólogo.

.Pues sí... sinceramente sí...

-Bueno, otro día lo entiendes, y me dices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales