lunes, 20 de abril de 2020

El motor de su auto.


Aprendió a desarmar y armar el motor de su auto. Vio diversos videos en internet e imprimió un manual donde se explicaba, de forma detallada, lo que debía hacerse paso a paso. Al leerlos, descubrió que no le costaba entender la explicación, aunque se confundía un poco con el nombre de algunas piezas. Por lo mismo, dedicó unos días a aprender los nombres. Incluso dibujó y pintó las piezas para memorizarlas de mejor forma. Solo entonces -tras comprar las herramientas necesarias-, se dedicó a desarmar el motor. Primero retiró el aceite, el radiador, desconectó con cuidado cada uno de los cables que estaban unidos a él y todo aquello que le era necesario para poder trabajar de buena forma. Entonces, cuando ya hubo hecho espacio suficiente, desencajó el motor y lo llevó hasta un gran mesón, donde comenzó a desarmarlo. Sintió que demoró lo mismo en poder sacarlo del auto que en desarmarlo. Cuando ya tuvo todas las piezas sobre el mesón, buscó el mejor ángulo y se sacó una foto con ellas. Tomó varias, de hecho, hasta lograr que se apreciaran todas las piezas. Compartió desde su celular la foto con sus amigos quienes hicieron algunos comentarios. Algunos bromearon, incluso, diciéndole que terminaría armando un gran consolador o una podadora. Él contestó, por supuesto y se comprometió a enviarles nuevas fotos al día siguiente, cuando todo estuviera armado. Veinte horas después ya estaba armado el motor y volvió a enviar fotos. Nadie se lo dijo, pero él pensó que podría haberlos engañado enviándoles fotos previas. Al día siguiente, tras el triple de esfuerzos de los que creyó necesarios, volvió a poner el motor y dejó el auto como estaba. Probó entonces si el motor encendía y se alegró cuando encendió. Se sintió tan orgulloso que grabó un pequeño video mientras sacaba el auto del garaje y se los envió a sus amigos. Ya en la calle, tras el volante, se dio cuenta que no sabía todavía dónde ir. Lo pensó por un momento, pero no se le ocurría nada. De todas formas, comenzó a avanzar, para no perder tiempo, en dirección a la avenida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales